En entrevista con Reuters, la mujer de Mario Gómez, el más veterano de los 33 trabajadores atrapados en Chile, cuenta que su única esperanza para que su marido deje la mina, es hacerlo pensar en sus nietos.
Campamento Esperanza, Chile. Un dicho sostiene que quien esminero, lo será toda su vida, y así lo asumió la esposa de MarioGómez, el más veterano de los 33 trabajadores atrapados en Chile a700 metros de profundidad, quien sabe que cuando él se recupere trassu rescate volverá a su eterno amor.
Lilian Ramírez se arropa con unabrigado poncho color rojo a metros de las tiendas en las que desdeel 5 de agosto vive con toda su familia a la espera de que Mario, de63 años, salga nuevamente a la superficie. El rescate final podríacomenzar este miércoles.
"Mi marido trabaja desde los 12años en minería, trabajaba con su papá. Cuando él tenía 21 añosfalleció su papá y él siguió trabajando en las minas porque teníaque seguir sacando a su familia adelante", dijo Ramírez en unaentrevista con Reuters en el Campamento Esperanza.
En el pintoresco e improvisado lugar,las familias de los 32 mineros chilenos y uno boliviano y cientos deperiodistas esperan el final de esta larga historia de supervivencia.
Mario Gómez sufrió un accidente enotra mina cuando tenía unos cuarenta años y atravesó por unacirugía mayor en una de sus rodillas. Pero Lilian dijo que es unhombre fuerte.
"Ahora tengo pensado decirle queno trabaje más en minas, es hora que descanse. Tiene 63 años ynunca se ha dado un descansito (...) Siempre me ha dado el gusto a míde decirme: 'acá está la plata, anda de vacaciones'. Pero él no,sigue trabajando", contó.
Pero luego agregó, con un gesto deresignación, que aunque "le diga 'me voy a separar de ti, tevoy a dejar si sigues trabajando en minas', a él le va a importar uncomino y se va a ir a trabajar de nuevo a las minas".
Sin embargo, Lilian aún guarda la esperanza de que los nietostengan la llave para que recapacite, especialmente una de las máspequeñas, que es la más mimada por Gómez.
"Uno piensa quizás que no se dancuenta de nada. Hay una nieta que tiene tres años y ella es laregalona de mi marido. Y ella dice: '¿cuándo va a llegar el Tata?'.Imagínate, cuando ella hace esa pregunta, eso me mata, me quiebra",concluyó.
En los próximos días los mineroscomenzarían a ser devueltos a la superficie en una cápsula dehierro que será izada a lo largo de los 622 metros de un ducto quefue completado este fin de semana.
Lilian no tiene planeado un granfestejo, sólo "un asadito con familiares y amigos", perosí está convencida de que quiere volver a este lugar en el futuropara agradecer a "Dios, la Virgen y todos los santos" poreste milagro.
La mujer cree que el hecho de quemiles de periodistas de todo el planeta estén en el CampamentoEsperanza cubriendo este evento tiene en el fondo un significadoreligioso.
"Son 33 mineros, la edad de Cristo. Pienso que Cristo loseligió a ellos para unir al mundo", expresó.