Tras la aparición en los medios de comunicación de supuestos casos de corrupción, los partidos de la oposición intentan crear una Comisión Parlamentaria de Investigación (CPI) para investigar las denuncias, en vistas a las elecciones presidenciales del próximo 5 de octubre.

Rio de Janeiro. La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, aseguró hoy que no tolerará ningún caso de corrupción dentro de la petrolera estatal Petrobras, tras las denuncias aparecidas en las últimas semanas en la prensa sobre presuntos sobornos y casos de corrupción, y aseguró que todas las denuncias serán investigadas.

"No renunciaré a combatir todo tipo de irregularidad, acción criminal, tráfico de influencia, corrupción o ilícito de cualquier especie, sea cometido por quien sea", afirmó Rousseff en una ceremonia en el estado de Pernambuco (nordeste), en el que Petrobras puso en operación uno de sus nuevos navíos cargueros.

"Como presidenta, pero sobretodo como brasileña, defenderé a Petrobras en cualquier circunstancia y con todas mis fuerzas", explicó la mandataria, quien no dudó en criticar el uso político por parte de la oposición de las denuncias por corrupción en la petrolera.

"Tampoco escucharé callada la campaña negativa de los que, con provecho político, no dudan en herir la imagen de esa empresa que nuestro pueblo construyó con tanto sudor y lágrimas", añadió.

Tras la aparición en los medios de comunicación de supuestos casos de corrupción, los partidos de la oposición intentan crear una Comisión Parlamentaria de Investigación (CPI) para investigar las denuncias, en vistas a las elecciones presidenciales del próximo 5 de octubre, algo que podría perjudicar el propio gobierno.

Rousseff dijo que la Policía Federal y el Ministerio Público ya iniciaron investigaciones sobre las denuncias contra Petrobras y en el caso de que sean probadas, se castigará a los responsables. "Lo que tenga que ser investigado será investigado con el máximo de rigor y lo que tenga que ser castigado también será castigado con el máximo de rigor", puntualizó.

Además de la compra de una refinería en Texas (EUA) en 2006 por un precio mucho más elevado del real y la venta de una refinería en Argentina, altos funcionarios de Petrobras han sido acusados en Holanda de haber recibido sobornos para facilitar los contratos de una empresa de plataformas marítimas.

En Brasil, la policía detuvo recientemente al ex director de abastecimiento de Petrobras Paulo Roberto Costa, durante muchos años uno de los principales ejecutivos de la empresa, por estar vinculado a una trama de blanqueo de dinero que habría "lavado" unos 10.000 millones de reales (unos US$4.600 millones) de dinero ilícito, que en buena medida se habría originado en hechos de corrupción.