El país europeo reaccionaba así a la decisión adoptada ayer miércoles por la Cámara de Representantes del Congreso de EE. UU., que aprobó un proyecto de ley de cara a la imposición de sanciones a Caracas.
Moscú. El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, dijo este jueves que Rusia se opone a cualquier intromisión en los asuntos internos de Venezuela y a medidas como la imposición de sanciones.
"Partimos del principio que todas las cuestiones deben decidirse sobre la base constitucional sin ninguna interferencia exterior, entre otras formas mediante sanciones o la amenaza de imposición de estas", dijo Lavrov.
El canciller ruso hablaba en una conferencia de prensa en Moscú en la que compareció con su colega venezolano, Elías Jaua, con el que mantuvo conversaciones hoy.
"Hemos expresado nuestra solidaridad con el Gobierno de Nicolás Maduro en sus intentos por superar las conocidas dificultades en Venezuela, por entablar un diálogo, entre otros con la colaboración de la Organización de los Estados Americanos (OEA) y el Vaticano para lanzar un proceso negociador entre el Gobierno y una oposición constructiva", dijo Lavrov.
El ministro ruso reaccionaba así a la decisión adoptada ayer miércoles por la Cámara de Representantes del Congreso de EE. UU., que aprobó un proyecto de ley de cara a la imposición de sanciones a Caracas.
El texto legislativo pretende sancionar a los funcionarios del Ejecutivo venezolano supuestamente vinculados con la violación de derechos humanos durante las protestas que vive el país desde febrero pasado.
La propuesta, encabezada por la legisladora republicana cubano-estadounidense Ileana Ros-Lehtinen, prohibiría la entrada a territorio estadounidense a una serie de individuos supuestamente relacionados con actos de represión durante las manifestaciones estudiantiles en Venezuela, y congelaría sus activos en Estados Unidos.
Sin embargo, la Administración del presidente estadounidense, Barack Obama, se ha mostrado reticente a inmiscuirse en la solución de la crisis venezolana, sobre todo desde que la Unasur (Unión de Naciones Suramericanas) se ofreciera a mediar en el diálogo entre Gobierno y oposición.
Por su parte, el canciller venezolano comparó los sucesos en su país con la revolución ucraniana que acabó con la destitución en febrero del presidente Víktor Yanukóvich.
"Hemos podido conocer en detalle el proceso complejo que llevó al derrocamiento del Gobierno constitucional de Ucrania y las consecuencias", afirmó Jaua.
Agregó que las autoridades venezolanas en general condenan "todo este proceso de las llamadas revoluciones de colores" en referencia a lo que Caracas considera intentos de golpe de Estado orquestados por Washington en distintos países, como Siria o Ucrania.
Además, tildó de neofascistas a los que están detrás de los disturbios en Venezuela y Ucrania.
Ambos cancilleres dejaron claro que depositan grandes esperanzas en la X Reunión de la Comisión de Alto Nivel que arranca mañana en Moscú para profundizar los lazos bilaterales en distintas materias.
"Estoy seguro de que mañana tras el trabajo de esa comisión se anunciarán nuevos acuerdos que promoverán nuestra asociación económica", afirmó Lavrov.
Agregó que "el tema central es el terreno energético, donde ya se lleva a cabo toda una serie de proyectos conjuntos".