El gobierno de Juan Manuel Santos ha tenido acercamientos con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) en busca de iniciar un proceso de paz similar al que negocia con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en La Habana en Cuba.
Bogotá. El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, pidió el lunes a la segunda guerrilla del país, el ELN, que cese unilateralmente sus hostilidades, al igual que hicieron las FARC a fines de diciembre y que, según el mandatario, han cumplido.
El gobierno de Santos ha tenido acercamientos con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) en busca de iniciar un proceso de paz similar al que negocia con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en La Habana en Cuba.
Además de realizar ataques contra las fuerzas de seguridad del Estado, el ELN se especializa en atentar contra la infraestructura petrolera de la cuarta mayor economía de América Latina.
"Queremos invitar al ELN a unirse a la iniciativa de un cese al fuego unilateral como lo hizo las FARC y también queremos invitarlos a llegar a un acuerdo lo más pronto posible sobre los puntos de la agenda que hemos venido discutiendo desde hace algún tiempo", dijo Santos en la ciudad de Cartagena.
"Debemos movernos más rápido para buscar el camino de la paz y no el camino de la guerra", agregó Santos, quien fue reelegido para un segundo mandato de cuatro años que finaliza en agosto del 2018.
El presidente reconoció que las FARC han cumplido con el cese unilateral de hostilidades indefinido que se inició el 20 de diciembre.
Santos también ordenó a los negociadores que representan al gobierno en Cuba en la mesa de negociación con las FARC acelerar las conversaciones que lleven al fin de un conflicto interno armado de medio siglo.
Las negociaciones entre el gobierno y las FARC, que se han extendido por dos años, se llevan en medio de la confrontación ante la negativa de Santos de decretar un cese bilateral a las hostilidades.
Hasta ahora se han logrado acuerdos parciales, como dar acceso a la tierra a campesinos pobres, facilitar la transformación de la guerrilla en un partido político y combatir el narcotráfico, pero Santos ha enfatizado en que "nada está acordado hasta que todo esté acordado".