Los barrios de Constitución, Congreso y Once muestran un incremento de la cantidad de gente que vive en las calles de la Ciudad de Buenos Aires, agravado por el desalojo de unas 22 mil personas en el último semestre, afirmó Horacio Avila, de "Proyecto 7, gente en situación de calle".
"En la zona de Once, parte de Congreso, Constitución y algunos otros lugares vemos que se incrementó la cantidad de gente en situación de calle", dijo Avila a Télam.
Avila informó que unas "22 mil personas, alrededor de 5 mil familias, fueron desalojadas en el último semestre, y la situación habitacional no se la resolvieron a nadie, porque toda medida de asistencia al desalojado es una alternativa inmediata y transitoria".
Sumado a esto el presupuesto del Gobierno porteño para vivienda, que "ya en 2011 era poco, mermó más de un 20%" en 2012, criticó Avila.
Para los habitantes de villas de emergencia, asentamientos, hoteles, conventillos, inquilinatos y casas tomadas "la única política oficial tiene como finalidad la expulsión de los trabajadores y los sectores humildes de la ciudad", dijo a Télam Alejandra Meiriño, integrante de la cooperativa "Domingo 7".
Con la crisis del Indoamericano el argumento era que el presupuesto para vivienda, que era de 900 millones de pesos, ya estaba aprobado y no contemplaba esa situación".
No obstante, "el presupuesto para vivienda de este año se aprobó con unos 600 millones de pesos, 300 millones menos", planteó Meiriño.
Fuentes de la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires dijeron a Télam que "no existen estadísticas oficiales que nos permitan decir exactamente, pero la percepción es que ha habido un incremento de la población en situación de calle".
"Libramos oficios al Poder Judicial acerca de si se ha incrementado el número de desalojos para hacer un seguimiento más estricto", informaron.
"El censo 2011 arroja luz sobre la informalidad urbana en esta última década en la Ciudad, con un 22% más de población viviendo en conventillos, un 11% más de gente viviendo en hoteles y pensiones, y un estimativo de un incremento del 50% de población habitando en villas, que da cuenta de un gran crecimiento de la informalidad desde 2001".
No obstante, "la única información oficial es el censo de población en situación de calle que indica 1.300 personas y está absolutamente alejado de la realidad", señalaron.
"La apreciación del valor del suelo, sumado a la escasa o nula política de vivienda, hace cada vez más difícil a los sectores de clase media baja el acceso a la vivienda, no ya a la propiedad sino al hábitat, entonces la modalidad de alojamiento informal permite acceder a vivir en la Ciudad".
Avila contó que "la asistencia del subsidio habitacional es un máximo de 1.200 pesos por mes durante diez meses, y es raro que den todo junto".
Entonces, "algunos se van para Provincia, donde se paga menos, y otros pagan 120 pesos por día un hotel, si es que los reciben con chicos, y cuando se acaba la plata, empiezan a deambular", explicó Avila, quien vivió en situación de calle.
Esto es así salvo que haya una orden judicial que asigne una vivienda, como ocurre con el plan de saneamiento de la cuenca Matanza-Riachuelo.
"Pero la suma de desalojos privados, donde como máximo hay 80 familias en un edificio, termina en subsidio habitacional, con gente que queda en la calle sin solución definitiva", lamentó.
Avila sostuvo que "mientras que el municipio chileno de Valparaíso admite tener 7 mil personas en situación de calle, desde el gobierno de De la Rúa, que decía tener 1.073, a lo largo de cuatro gestiones se llegó a reconocer 1.300 el último noviembre".
Avila consideró que "tenemos una emergencia habitacional de 500 mil habitantes y más de 100 mil viviendas ociosas, entre ellas, herencias vacantes que puede expropiar el gobierno para destinarlas a viviendas".
"Hay 175 hoteles porteños, más del 70% con convenio con el Gobierno de la Ciudad, con un subsidio que es un marcador de precios, mientras en Chile hay experiencias de casas colectivas en vez de hoteleros", indicó.