La dirección general de Asuntos Consulares y Vinculación del ministerio de Relaciones Exteriores comprobó que la mayoría de los que regresaron estaban viviendo en España (54%) y, en segundo lugar, provinieron de EE.UU. (23%).
Montevideo. La mejora de la economía de Uruguay –con un crecimiento sostenido en los últimos ocho años y una tasa de desempleo de 6% en marzo– sumado a la crisis que soportan EE.UU. y Europa hizo que se triplicara el número de uruguayos que retornaron al país en 2011, en relación a dos años atrás, según el primer informe de la Cancillería sobre retornos y repatriados.
El nuevo escenario económico consolidó la reversión de la tendencia a emigrar que era tradicional en Uruguay, ya sea por razones políticas, como ocurrió en la década de 1970, o por factores económicos luego del retorno de la democracia en 1985.
El documento oficial–al que accedió El Observador– trazó también el perfil de los compatriotas que apremiados decidieron emprender el regreso.
La mayoría son hombres, tienen estudios de secundaria –muchos no terminaron el liceo–, muy pocos son universitarios, y el grueso del grupo tiene entre 20 y 40 años, es decir que una vez en el país pasan a integrar el mercado laboral que es el primer problema que deben resolver.
El año pasado llegaron al país 2.792 uruguayos que trajeron consigo 664 vehículos con facilidades económicas que les otorgó una ley referida a la mudanza de los que están en el extranjero que les permite traer sus herramientas de trabajo, autos y objetos personales.
Noviembre fue el mes en que más retornos hubo (362), mientras que abril registró el número más bajo (182). Además, en 2011, la cancillería repatrió a 85 personas por razones mayoritariamente de indigencia, a las que se les pagó el pasaje, con un costo para las arcas del Estado de US$ 50 mil, según supo El Observador.
En 2009 (gobierno de Tabaré Vázquez) volvieron entre 80 y 100 uruguayos por mes; al otro año (gobiernos de Vázquez y Mujica desde el 1º de marzo) lo hicieron entre 150 y 200 personas por mes; y en 2011 el regreso mensual superó los 300, de acuerdo a los registros oficiales.
De todos modos, se estima que el número de los que regresaron al país es un poco mayor al que maneja la cancillería, que obviamente solo lleva registros de los que pasan por sus oficinas en busca de apoyo.
Muchos de los uruguayos que llegan “creen que el Estado” les debe resolver la vida y exigen que les asegure trabajo, vivienda, salud y educación, comentó a El Observador un funcionario gubernamental que trabaja en el tema. Incluso el gobierno negocia un acuerdo con la Facultad de Psicología para ofrecerles ese servicio a los retornados.
El informe de la dirección general de Asuntos Consulares y Vinculación del Ministerio de Relaciones Exteriores comprobó que la mayoría de los que regresaron estaban viviendo en España (54%) y en segundo lugar provinieron de EE.UU (23%), dos destinos que atraviesan problemas económicos e incluso con características de recesión.
El principal motivo que los impulsó a volver fue la crisis económica, factor que mencionaron 7 de cada 10 uruguayos que regresaron. Hay otro 10% que dijeron que volvían por motivos “identitarios”, es decir que extrañaban o porque desean criar a sus hijos en Uruguay, pero en todo caso no fue una razón económica la que los determinó a hacer las valijas. Además, de los que retornan, hay 8,5% que lo hacen por problemas familiares o de salud, y 15% adujo otros problemas. En ese último grupo están los indocumentados y los que consideraron que ya cumplieron su experiencia fuera de fronteras.
Andrés Peláez, director de Asuntos Consulares y Vinculación, comentó a El Observador que la cancillería “articula con otros actores estatales la mejor forma de recibir a los compatriotas y facilitarles la reinserción”. Dijo que los que regresan “tienen expectativas” de mejorar su situación y están alentados por los buenos números de la economía del país. El principal planteo que hacen esos uruguayos refiere a empleo y vivienda, comentó Peláez, y señaló que en su oficina se gestionan los currículos en centros públicos y privados para ayudar a introducirlos en el mercado laboral.
Repatriados. Pero no todos los que vuelven están en las mismas condiciones y muchos la pasan mal lejos del país. El año pasado, un grupo de 85 uruguayos debió ser repatriado por el Estado por la situación de vulnerabilidad económica en la que se encontraban. Dentro de los repatriados están también los que son ayudados a volver por estar en situaciones de violencia familiar, problemas de salud, conflictos familiares o incluso por catástrofes climático ambientales.
De los que recibieron asistencia –el Estado les pagó el pasaje–un tercio provienen de España, 15% de EE.UU y otro 15% de países de la región.
Otra característica de los repatriados es que son más jóvenes que los retornados por medios propios, y 41% tiene de 0 a 20 años, según el informe oficial.