Un total de 510 personas murieron a causa de la enfermedad en la última jornada, por debajo de las 605 notificadas el día anterior. El porcentaje de incremento siguió desacelerándose el sábado tras la ralentización del viernes con respecto al día anterior (+3,97%).
Madrid.- El número de muertos por coronavirus en España se elevó este sábado a 16.353 desde los 15.843 del día anterior, lo que supone un incremento del 3,22%, según los últimos datos del Ministerio de Sanidad.
Un total de 510 personas murieron a causa de la enfermedad en la última jornada, por debajo de las 605 notificadas el día anterior. El porcentaje de incremento siguió desacelerándose este sábado tras la ralentización del viernes con respecto al día anterior (+3,97%).
Por su parte, el número total de casos registrados ascendió este sábado a 161.852, frente a los 157.022 de este viernes, una cifra un 3,08% más alta, lo cual supone una tasa ligeramente por encima al incremento del 3% de este viernes.
La desaceleración es una señal alentadora para el país, que ha sufrido el tercer mayor número de víctimas por el virus después de Italia y Estados Unidos.
A principios de abril, el número de muertes alcanzó los 950 en un día, desbordando al servicio nacional de salud y obligando a las autoridades regionales a establecer morgues temporales en pistas de hielo y en edificios públicos en desuso.
Sin embargo, a medida que disminuye la tasa de nuevas infecciones y muertes, el gobierno ha empezado a contemplar la posibilidad de una retirada gradual de las medidas de confinamiento, que han mantenido a la mayoría de las personas encerradas en sus casas desde mediados de marzo.
A partir del próximo lunes, se permitirá a los trabajadores de sectores como la construcción y la industria volver a trabajar, pese a las restricciones de movimiento a través de las fronteras terrestres de España con Francia y Portugal que el gobierno extendió por dos semanas más.
Las medidas de aislamiento han causado una interrupción en las tradicionales celebraciones de Semana Santa, obligando al clero y a los fieles a idear formas creativas de participación.
En la ciudad de Villar del Arzobispo, cerca de Valencia, el cura Raúl García celebró una misa con fotografías de sus feligreses colocadas en los bancos, y los invitó a ver el servicio en línea desde su casa.
"Es una forma de no estar solo en la iglesia y que la gente sienta que me está acompañando", dijo a Reuters Television.