Los maestros tienen prohibido exigir obsequios y dinero a los padres, recibir dinero por lecciones extra, obligar a los estudiantes a comprar materiales de aprendizaje adicionales o recomendarles otras instituciones educativas.
Beijing. Los maestros que aceptan sobornos y lucran con las lecciones extraescolares son un secreto a voces en China, pero las autoridades educativas han empezado a hacerles frente.
Algunos padres dan obsequios a los maestros para conseguir atención extra para sus hijos, otros aborrecen la práctica y acusan a los maestros de ser codiciosos.
El Ministerio de Educación publicó este lunes un informe, el cual indica que 31 regiones de nivel provincial del país han emitido reglas sobre la conducta de los maestros y que más de 95% de las escuelas respondieron en una encuesta que dan mucho peso a la moralidad en la evaluación de su personal.
Los maestros tienen prohibido exigir obsequios y dinero a los padres, recibir dinero por lecciones extra, obligar a los estudiantes a comprar materiales de aprendizaje adicionales o recomendarles otras instituciones educativas.
Al igual que la pregunta de qué fue primero, el huevo o la gallina, en China se cuestionan quién sembró primero la semilla del soborno, pero muchos maestros de escuelas primarias y secundarias han impartido desde hace tiempo lecciones sin pago para preparar a sus estudiantes para los exámenes de ingreso a la universidad.
Por otra parte, la entrega de obsequios es más frecuente en escuelas de prestigio, sobre todo a los maestros de chino, inglés y matemáticas, las tres materias básicas en los exámenes, que son considerados decisivos en China.
"Muchos padres nos insisten en que demos lecciones extra a sus hijos después de la escuela, pero también deseo ganar algo de dinero", dijo un maestro de Beijing a Xinhua con la condición de guardar el anonimato.
En algunas áreas rurales donde la supervisión oficial es laxa, se ha vuelto costumbre que los padres paguen a los maestros de primaria sólo para que sus hijos sean sentados en las filas delanteras de un salón de clases para que puedan ver y escuchar más claramente.
En septiembre, la Academia de Ciencias Sociales de Shanghai publicó los resultados de una encuesta aplicada a 3.000 padres y 15.000 estudiantes. Quedó evidenciado que 7,4 por ciento de los padres y 10 por ciento de los estudiantes tienen una opinión negativa de los maestros de primaria y secundaria.
El 10% de los padres admitieron que han enviado obsequios a los maestros.
"Con frecuencia hay estudiantes alrededor cuando los padres nos ofrecen obsequios. Eso es realmente embarazoso. Algunas veces, los padres simplemente no permiten que nos rehusemos a aceptarlos, lo que ejerce una fuerte presión sobre los maestros", dijo un subdirector de una escuela primaria en la ciudad oriental de Nanjing.
Jin Zhongming, un profesor de la Universidad Norlam del Este de China, dijo que debe regularse a los maestros al mismo tiempo que se protegen sus intereses.
"Por un lado, debe establecerse un sistema científico para certificar y destituir a maestros. Por otro, debemos tomar mayores medidas para hacerlos que se sientan más felices y respetados, para que sigan voluntariamente las reglas y enseñen mejor", dijo Jin.
El Ministerio de Educación está planeando una campaña para educar a los maestros en valores morales y castigará a los que incumplan las reglas, dijo Xu Tao, un funcionario de la cartera.