Las leyendas dicen mucho sobre la imagen de los murciélagos. Y sin embargo son víctimas a punto de extinguirse. Una línea de teléfono ofrece ayuda y combate prejuicios.
Entre los meses de junio y agosto nacen los murciélagos. No causan daño y la posibilidad de infectarse de rabia es relativamente baja. NABU, la Asociación de Protección de la Naturaleza en Alemania, creó en mayo de 2015 un número de atención al público para asesorar a las personas que llaman pidiendo información y ayudar así a combatir prejuicios.
En general, la actitud de la gente es muy positiva con respecto a estos animalillos, dice Petra Gatz, quien trabaja para NABU con otras dos colegas recogiendo llamadas incluso de noche y días festivos. “Más de uno se muestra desconfiado, pero se esmeran para informarse mejor durante la conversación. Por eso, cada minuto que estoy sentada al teléfono, vale la pena”.
El mito sobre los dientes de los vampiros está relacionado con su vuelo insonoro, las alas extendidas en el cielo oscuro y el hecho de que es un animal poco conocido. Antiguamente, se les atribuía poderes excepcionales. “Hasta la actualidad persiste la leyenda de que los murciélagos vuelan y se meten en el cabello de las personas. Es totalmente falso”, aclara Gatz.
La mayoría de la gente no ha visto de cerca a estos silenciosos y activos animales nocturnos, incluso los científicos necesitan aparatos especiales y cámaras infrarrojas para observar a estos mamíferos de ocho centímetros.
Alemania: cuatro especies en peligro de extinción. Hallazgos de fósiles han demostrado que los murciélagos existen desde hace 50 millones de años, como los dinosaurios. Los investigadores descubren siempre algo nuevo en estos mamíferos volantes. Por ejemplo, algunos envían ondas de ultrasonido con la laringe para situarse. A través de los ecos que registran, pueden comprobar que hay ante ellos a 300 metros. Otras proezas son que su cerebro transforma las señales auditivas en imágenes, y muchas especies duermen en colonias separadas según el sexo y de noche se reúnen para ir juntos de caza.
En Alemania hay 4 de las 24 especies existentes en peligro de extinción. “La causa de esta situación es la intensificación de la agricultura y el uso de pesticidas”, cita Gatz al presidente de NABU, Olaf Tschimpke. También sus lugares de alojamiento se han ido destruyendo inconscientemente por el ser humano, como son los desvanes y huecos en las casas. “Los murciélagos no son capaces de construirse un nido o cavar una cueva”, comenta Gatz, y por eso buscan las casas y la cercanía del ser humano.
Otro problema para los murciélagos son las centrales eólicas. Más de 250.000 animales fallecen sin que la denominación “animal protegido” sirva de algo. No mueren por las colisiones contra las aspas giratorias, sino la mayoría se desangra interiormente por el barotraumatismo. No pueden reconocer con su sonda acústica las enormes oscilaciones de presión en el aire.
"Los murciélagos son muy curiosos a la hora de descubrir nuevos espacios de alimentación y hábitat y por eso han podido sobrevivir tantos años en la Tierra”, dice Gatz. Habrá que ver si desarrollarán una estrategia con las centrales eólicas o el ser humano encuentra una solución.