El gobernador Rodrigo Rollemberg abrió un nuevo relleno sanitario más alejado de la ciudad para reemplazarlo, lo que enfadó a miles de hurgadores que trabajan en el basural.
Brasilia. Algo que los diseñadores de la modernista capital de Brasil olvidaron al esbozar los intrincados planos de la ciudad fue dónde poner la basura.
Los creadores de Brasilia, el arquitecto de fama mundial Oscar Niemeyer y el urbanista Lucio Costa, nunca imaginaron el explosivo crecimiento de la ciudad.
Ahora, 67 años y 50 millones de toneladas de basura después, el vertedero Estructural es el más grande de América Latina. Eso hasta este viernes, cuando fue cerrado. El gobernador Rodrigo Rollemberg abrió un nuevo relleno sanitario más alejado de la ciudad para reemplazarlo, lo que enfadó a miles de hurgadores que trabajan en el basural.
"No podemos vivir con esta herida abierta en medio de la capital de nuestra nación, un vertedero donde seres humanos arriesgan sus vidas buscando una forma de subsistir de manera poco digna", dijo el gobernador en la inauguración del nuevo relleno sanitario.
Desde que fue fundada, Brasilia ha crecido hasta convertirse en la cuarta metrópolis del país, con unos 2,5 millones de habitantes. A solo 20 kilómetros del palacio presidencial, miles de recolectores se han ganado la vida durante décadas buscando latas, alambre de cobre y cualquier cosa que se pueda reciclar y vender.
El plan de Rollemberg es emplear a los hurgadores en nuevos centros de "selección" en bodegas donde se pueda separar la basura para reciclaje en cintas transportadoras y condiciones más limpias para los obreros, con uniformes y guantes.
Pero en el último día del vertedero, los recolectores dijeron que se niegan a cambiar su fuente de ingresos por empleos reglamentados del Gobierno que pagan muy poco para mantener a sus familias.
"Tendré que comenzar a trabajar en las calles, buscando en los contenedores de basura", dijo Evando Souza, de 32 años, quien ha hurgado el vertedero a diario durante cinco años. Acompañado por sus tres hijos, Souza dijo que en un buen mes podía ganar 3.000 reales (US$937), más de tres veces el sueldo mínimo.
"Hoy fue un día afortunado para nosotros", dijo, mientras limpiaba un anillo de plata que había encontrado y un antiguo modelo de teléfono celular Nokia.
Más de 1.200 toneladas de basura eran depositadas cada día en el relleno sanitario por una interminable fila de camiones, la que se detuvo a la medianoche de este viernes. El cierre afectará a las familias que viven en Ciudad Estructural, una comunidad adyacente iniciada por recolectores que tiene unos 40.000 habitantes.