"Aún estamos a tiempo de enfrentar el cambio climático, cuyas expresiones son evidentes en diversas partes del orbe" indicó Mario Molina, Nobel de en 1995.
México. El cambio climático es el problema más serio que enfrenta la sociedad, por lo que se necesitan decisiones políticas colectivas para enfrentar este problema ambiental, afirmó el científico mexicano Mario Molina, ganador del Premio Nobel de Química 1995.
Durante una conferencia ante alumnos de la Facultad de Química de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el ingeniero señaló que hoy hay un consenso entre los científicos de todo el mundo que forman parte del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC), de que las actividades humanas han aumentado el problema como nunca antes.
"Hubo un incremento de casi un grado Celsius en la temperatura promedio del planeta durante el siglo XX, una disminución en la masa del Artico de 11% en las últimas dos décadas y una elevación en el nivel del mar de más de cinco centímetros en los últimos 20 años, la cual contrasta con el incremento de 1,7 milímetros registrado entre 1870 y 1990", detalló.
El egresado más ilustre de la Facultad de Química, profesor extraordinario de esa entidad e integrante del Colegio Nacional, sostuvo que "aún estamos a tiempo de enfrentar el cambio climático, cuyas expresiones son evidentes en diversas partes del orbe, con sequías crecientes, olas de calor, derretimiento de zonas árticas en verano, huracanes más intensos y mayores precipitaciones e inundaciones".
"Debemos utilizar energías renovables, como la solar y la eólica, que cada vez son más eficientes y competitivas; también hay que modificar el tipo de autos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y cambiar el uso de carbón por gas natural", recomendó.
Molina ejemplificó la realidad ambiental del mundo con dos ruletas que se modifican drásticamente cuando hay políticas públicas adecuadas y colectivas y cuando se carece de ellas.
"En una ruleta tenemos el escenario sin políticas, donde la temperatura podría aumentar hasta cinco o seis grados, lo que sería catastrófico, con zonas inhabitables en la Tierra y aumento de las migraciones. En otra ruleta, con políticas adecuadas, nos dirigimos a un máximo de tres o cuatro grados; un cambio irreversible, pero que aún podemos enfrentar", explicó.
Pero esto puede modificarse como lo demuestra el Protocolo de Montreal, que en 1987 logró con acciones colectivas de los gobiernos reducir los daños a la capa de ozono, recordó Molina, quien obtuvo el Nobel de Química por sus investigaciones sobre los gases clorofluorocarbonos (CFC) que dañaron esa capa del planeta, que se está restaurando tras prohibir esos contaminantes.
Comentó que "me parece irresponsable la salida de la economía más grande del mundo del Acuerdo de París, un logro histórico", refiriéndose a la decisión hecha por el presidente estadounidense, Donald Trump, de retirar a su país del pacto.
"La ciencia ha demostrado la influencia del ser humano en el proceso, los cambios ya se están viendo a inicios del siglo XXI y el costo será mucho mayor, a nivel económico, ecológico y ético, si no se enfrentan", sostuvo.