El informe "Centroamérica: Análisis regional de la inversión en la niñez y adolescencia" señaló la falta de apoyo a este sector y ofreció recomendaciones a los Estados para revertir esta tendencia.
Panamá. Centroamérica es la región de América con mayor desigualdad y menos oportunidades para los niños, niñas y adolescentes, según un estudio presentado este jueves.
El informe "Centroamérica: Análisis regional de la inversión en la niñez y adolescencia" señaló la falta de apoyo a este sector y ofreció recomendaciones a los Estados para revertir esta tendencia.
El análisis fue elaborado por el Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi, centro de pensamiento independiente e investigaciones) y Plan International, organización humanitaria que promueve los derechos e igualdad de las niñas.
Plan International destacó que el estudio muestra que no es suficiente invertir más en términos de "cantidad de recursos diarios per cápita, sin considerar la inflación".
La organización independiente agregó que estos recursos deben ejecutarse y traducirse en mejoras concretas en el nivel de vida de los niños, niñas y adolescentes.
En 2013, el promedio centroamericano de inversión per cápita diaria en la niñez y adolescencia fue de 2,11 dólares.
Costa Rica y Panamá fueron los países con mayor inversión (4,91 y 4,32 dólares, respectivamente); sin embargo, en Panamá, entre 2007 y 2013 disminuyó la entrega de vacunas antipolio en varias provincias, lo que provocó una mayor tasa de mortalidad en niños y niñas menores de un año.
"La mejor y mayor inversión pública en la niñez y adolescencia debe ser vista por los Estados como una obligación legal, un imperativo ético y una oportunidad para que las sociedades avancen en su bienestar general", señaló la directora regional de Plan International para América Latina y el Caribe, Corina Villacorta.
Para Enrique Maldonado, economista de Icefi e investigador principal del estudio, no se cuenta "con presupuestos públicos desglosados por género, edad, etnia y territorio que permitan entender realmente dónde se está invirtiendo y en quiénes".
"Sin esa información es muy difícil reorientar oportunamente los recursos para llegar a los niños, niñas y adolescentes más excluidos y marginados", expresó.
En el comunicado de las organizaciones se destacó que una de las principales recomendaciones es diseñar e implementar políticas públicas que prioricen a las niñas y adolescentes.
Villacorta puntualizó que "las niñas y adolescentes constituyen el 17% de la población de América Latina y el Caribe, y que el 23% de las adolescentes entre 15 y 17 años no asiste a la escuela".
"Además, tenemos tasas preocupantes de embarazo en adolescentes, que superan los 90 hijos por cada 1.000 adolescentes en Guatemala y Honduras", explicó.
En la presentación del estudio se señaló que hay estimaciones que indican que mejorar el acceso a la educación y a los servicios de salud sexual y reproductiva redunda en un beneficio de US$120 por cada dólar invertido.
Esto, se dijo, contribuye a reducir las tasas de mortalidad materna e infantil, ya que las niñas con más niveles educativos tienden a casarse más tarde en la vida, tienen menos probabilidades de morir durante el embarazo y el parto y tienen hijos más sanos y con mejor nutrición.
Otra de las recomendaciones tiene que ver con la necesidad de fortalecer las instituciones públicas para una mejor gestión de los recursos a este sector de la población.