La OCDE, organización que reúne a las economías más desarolladas del planeta, midió el nivel de confianza interna que existe en sus países miembro, y llegó a establecer que Chile, a raíz de este 87%, posee el nivel más alto. México se ubica en el tercer lugar, después de Turquía.
Pese a que Chile destaca por su Índice de Desarrollo Humano de Latinoamérica -de acuerdo al indicador que monitorea el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD)-, a raíz de una medición de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OECD) se puede establecer un correlativo social nada halagüeño: 87% de la gente desconfía de sus pares.
La OCDE, organización que reúne a las economías más desarolladas del planeta, midió el nivel de confianza interna que existe en sus países miembro, y llegó a establecer que Chile, a raíz de este 87%, obtiene el porcentaje más alto.
En Latinoamérica, Chile es seguido en este indicador de desconfianza interna por México, ubicado en el tercer puesto (después de Turquía), aunque de forma alejada en porcentaje, ya que sólo 26% de los mexicanos desconfía de sus pares, lo que lo ubica debajo del promedio de la medición, 59%.
El rango de confiabilidad más alto se encuentra en los países nórdicos: Dinamarca, Noruega, Finlandia, Suecia, entre otros, y en ese orden descendente.
Según la OCDE, es interesante sopesar que la gente que reside en países desarrollados tiende a confiar más que lo que lo hacen los que viven en sociedades de menor desarrollo, un aspecto a raíz del cual Chile debería tener un bajo nivel de desconfianza interna, sin embargo, lo que podría explicar su mala posición es que no basta con aquello: la distribución equitativa del ingreso desempeña un papel fundamental al momento de confiar en alguien, un indicador en el que Chile posee una mala evaluación, a pesar de que en 2010 el PNUD entregó en este sentido una señal alentadora para el país.