La startup chilena de gestión de recursos humanos cumple ocho años en el mercado con 10.000 clientes con miras a lanzar módulos de control de asistencia y seguros de salud en 2025.
A puertas de terminar 2024, Buk, la plataforma tecnológica enfocada en la gestión de recursos humanos, cierra un año destacado en materia de crecimiento e implementación de funciones. La startup de origen chileno actualmente cuenta con más de 10.000 empresas clientes en Latinoamérica, sumando presencia en su país natal, así como en Perú, Colombia, México y Brasil. En dichos mercados, la compañía supera los 500 colaboradores, quienes pueden trabajar desde cualquier país del mundo, bajo el eslogan “crear lugares de trabajo más felices”.
“Nuestro lema no significa que la gente llegue al trabajo y se ría todo el día. Implica trabajar en un lugar donde tú te sientas realizado y desafiado, en donde tus necesidades básicas de seguridad psicológica y laboral se están cumpliendo. En donde te sientas tranquilo con tu sueldo y básicamente sientas un sentimiento de pertenencia”, explicó Santiago Lira, Cofundador y Chief Development Officer de Buk, para AméricaEconomía.
Sin embargo, para Lira, identificar que el objetivo es lograr un entorno laboral donde hay perspectiva de crecimiento profesional y admiración a los líderes, involucra solo el paso inicial. Acto seguido, hay que trabajar en tres aspectos: el primero es el desarrollo de un producto. Este debe facilitar la visibilización de la cultura corporativa y los procesos de selección, a tal punto que también le ahorre tiempo al área administrativa de la compañía.
El segundo aspecto es la calidad del servicio. “Hoy en día, Buk no solo proporciona el software, sino que también ayuda a implementarlo. Cuando los clientes preguntan por una duda, siempre va a contestar una persona. No creemos en los chatbots y no cobramos por las implementaciones”, señala Lira. Es así que desde la primera reunión con el agente comercial, Buk se compromete a identificar qué módulos debe contratar el cliente para afrontar sus desafíos en materia de recursos humanos.
Finalmente, el tercer aspecto se centra en crear lugares de trabajo más felices en torno a la comunidad. Esto no solo implica el apoyo de la startup al cliente, sino la cooperación entre usuarios. Para lograr esto, Lira sostiene que los People’s Days, foros organizados para informar sobre las tendencias del mercado de gestión laboral, son el instrumento adecuado debido a las posibilidades de networking.
Todos los datos recopilados en este proceso son trasladados al área de investigación de Buk y la compañía genera estudios para que puedan ir comparándose con sus pares del mercado, entender lo que están haciendo y lo que son las mejores prácticas de la industria. “Al final, el 60% de nuestros clientes, cuando implementa Buk, es la primera vez que realiza evaluaciones de desempeño, encuestas de clima, programas de reconocimiento o de beneficios”, sostiene.
Asimismo, gracias a la ronda de financiamiento Serie A, Buk pudo recibir US$ 50 millones, que le ayudaron a alcanzar una valorización total de US$ 417 millones. Los aportantes en esta inyección de capital fueron el banco japonés SoftBank y el fondo estadounidense Greenoaks. Sin embargo, el alcance de la empresa y el perfil de sus mecenas contrasta con unos inicios modestos, donde vender la idea de gestionar el personal a través de la virtualidad era una tarea complicada.
No era tarea fácil prometerle a una empresa grande que una startup fundada por jóvenes menores de 30 años pudiera gestionar su pago de nómina y planilla. La falta de experiencia fue el obstáculo principal para construir lazos de confianza, especialmente durante los primeros tres años de Buk (2016-2019).
De hecho, no es un problema que haya desaparecido: Lira confiesa que cada vez que aterrizan en un nuevo mercado deben ganarse el reconocimiento de los clientes desde cero. “Cada vez que entras a un nuevo país, tienes que romper esa barrera de la confianza. Y en general, nosotros hemos descubierto que uno se demora al menos dos años y alrededor de 100 clientes para que confíen en ti en serio”, añade el representante de Buk.
En este escenario, conseguir early adopters es una clave para agilizar la expansión en los nuevos mercados. Se trata de empresas que están dispuestas a asumir más riesgos, que confían en la innovación y acompañan a las startups en el proceso. Posteriormente, los late adopters, empresas con tendencias más conservadoras, se suben al carro cuando ven el éxito de la implementación de las herramientas digitales en la competencia.
Este grupo todavía representa una suma importante de los clientes potenciales de Buk, pues Lira considera que en Latinoamérica, aún hay una reticencia a incorporarse al software de la nube. El gerente opina que debe venderse la idea tentadora de que todos los empleados puedan interactuar en la misma plataforma.
En ese sentido, Chile, Brasil y Argentina llevan la delantera en la implementación de estos servicios en entornos laborales, mientras que Colombia, Perú y México aún están en proceso. Esto se evidencia, cuando se compara qué servicios son más requeridos en cada país. En Perú, se suele contratar el módulo de planilla, que permite calcular salarios, beneficios y descuentos de forma automática. Mientras que en Chile y Colombia, se contratan otros servicios que incluyen evaluaciones de desempeño, encuestas de clima laboral y administración de personal.
Bajo esta premisa, otro concepto que puede replantearse es el rol del área de gestión de personas. Según Lira, esta no debería verse como una sección del área de finanzas que solo se encarga del pago de sueldos. En su lugar, debe valorarse como un área estratégica que puede marcar la diferencia entre ser una empresa fallida o exitosa. “Porque retener el talento y mantenerlo motivado va a impactar en los resultados de tu compañía”, afirma.
LOS CLIENTES MÁS COMUNES
Entre los cientos de usuarios que recurren a Buk, hay una mayoría que cumple con un perfil: son compañías con industrias más operativas y un gran número de colaboradores. “Hablo de sectores como la construcción, salud, agro y retail. Esta última creo que es una industria más profesionalizada, pero también genera muchos dolores, porque tiene muchas sucursales y turnos. Eso requiere una mayor gestión de personal, desarrollo organizacional y capacitaciones”, destaca Lira.
Si se analiza el caso específico de Perú, Buk todavía tiene pendiente ingresar a los rubros de construcción y agro, porque tienen regímenes diferentes y su software de tecnología aún no está adaptado. El cofundador proyecta que este cambio se dé pronto, porque Buk piensa destinar los fondos de las últimas rondas de financiamiento en dos metas claras. La primera es consolidar operaciones en Perú y Colombia y la segunda, expandirse en el competitivo mercado mexicano.
“En Perú, empezamos 2024 con alrededor de 600 clientes y vamos a cerrar el año con poco más de 1.000 clientes. Y esperamos para 2025 sumar entre 600 y 700 clientes más, y así conseguir 1.700 en total para el próximo diciembre. Vamos a seguir una estrategia similar a la que aplicamos en Chile. Partimos desde la capital y luego, buscamos presencia en empresas que tuvieran presencia en varias regiones del país. Al mismo tiempo, invertiremos en medios de comunicación y eventos para promocionarnos”, anuncia Lira. En este propósito, el destino obligado para Buk es la ciudad sureña de Arequipa, donde hay un sector de construcción pujante.
En cuanto a la creación de módulos, Lira asevera que continuarán con la tendencia de años anteriores a lanzar nuevos servicios cada año. Todo comenzó cuando en 2017, se habilitaron encuestas de clima, así como la evaluación de desempeño y selección. Hoy en día, Buk está desarrollando un módulo basado en el control de asistencia, que se lanzará en 2025. “Nos estamos metiendo también en la gestión de beneficios y seguros de salud. Eso será interesante, porque nos permitirá abordar seguridad y salud en el trabajo y gestionar canales de denuncia”.