Por primera vez en la historia, los cerca de 200 líderes de la Iglesia católica en todo el mundo se reúnen a pedido del papa para hablar de un crimen que ha minado la credibilidad de la institución y que ha sido encubierto y negado durante décadas.
Vaticano. La cumbre de tres días para luchar contra la pederastia en la Iglesia católica comenzó este jueves en el Vaticano con un discurso del papa Francisco.
Por primera vez en la historia, los cerca de 200 líderes de la Iglesia católica en todo el mundo se reúnen a pedido del papa para hablar de un crimen que ha minado la credibilidad de la institución y que ha sido encubierto y negado durante décadas.
"Escuchemos el grito de los niños que piden justicia"
El papa Francisco reconoció este jueves que el "pueblo de Dios" espera "medidas concretas" contra la pederastia.
"El pueblo de Dios nos mira y se espera no obvias y simples condenas sino medidas concretas y eficaces", instó el pontífice al hablar ante los líderes de la Iglesia.
"Escuchemos el grito de los niños que piden justicia", clamó el papa e invitó a encarar la "plaga de los abusos sexuales" cometidos por miembros de la Iglesia.
Francisco alzó plegaria para "curar las graves heridas" de la pedesrastia. El pontífice latinoamericano desea cambiar la mentalidad de los obispos a través de tres días de debates, discursos, reuniones intercaladas con oraciones, pero sobre todo escuchando los conmovedores testimonios de víctimas de abusos sexuales.
"Pido al Espíritu Santo que nos ayude en estos días a transformar ese mal en una oportunidad para tomar consciencia y como purificación", dijo.
"Que la Virgen María nos ilumine para tratar de curar las graves heridas que el escándalo de la pedesrastia ha causado tanto a los pequeños como a los creyentes", concluyó.
La jornada inició con un momento de oración seguido de un video con testimonios de víctimas y las palabras de introducción del papa.
Desde que estallaron los primeros escándalos hace unos 35 años, la jerarquía de la Iglesia católica ha tomado una serie de medidas preventivas, adoptado leyes, pedido perdón y lanzado condenas, pero sin lograr que desaparezca la llamada "cultura del encubrimiento".