Según la denuncia presentada por dirigentes indígenas, mineros ilegales habrían disparado a inicios de julio desde un helicóptero en contra de una aldea. Debido a que la comunidad donde habría sucedido el incidente se encuentra a una semana de caminata desde el puesto militar más cercano, los indígenas sólo pudieron alertar a las autoridades este lunes.
Caracas. La comisión venezolana que investigaba una supuesta matanza de miembros de la etnia yanomami en la frontera con Brasil no encontró evidencias del caso, dijo este sábado la ministra de asuntos indígenas.
Según la denuncia presentada por dirigentes indígenas, mineros ilegales habrían disparado a inicios de julio desde un helicóptero en contra de una aldea en la que habitaban al menos 80 aborígenes y luego quemaron la casa que servía de vivienda para el grupo.
Debido a que la comunidad donde habría sucedido el incidente se encuentra a una semana de caminata desde el puesto militar más cercano, los indígenas sólo pudieron alertar a las autoridades este lunes.
"El balance de estas visitas que hemos realizado en estas comunidades indígenas, podemos decirle al país, que no se encontró evidencias de ninguna muerte, no se encontró casos de chabolos (casas) incendiados en estas comunidades señaladas como escenarios de supuestos crímenes", dijo la ministra Nicia Maldonado a la televisión estatal en diálogo telefónico.
La funcionaria detalló que el recorrido por las comunidades se realizó en helicópteros militares en los que estuvieron representantes de diferentes dependencias del Estado venezolano.
Este viernes, Brasil pidió a Venezuela datos sobre el incidente con el fin de determinar si mineros de oro brasileños cruzaron la frontera y cometieron el delito denunciado.
Aimé Tillett, integrante del Grupo de Trabajo Socioambiental de la Amazonía - Wataniba explicó a periodistas este miércoles que por razones culturales, los yanomami no hablan de sus muertos y borran todo rastro de la persona fallecida, cosa que dificultará las investigaciones.
Grupos no gubernamentales de defensa de los indígenas han denunciado desde 2009 los problemas que han causado los mineros ilegales brasileños en la frontera, que van desde el envenenamiento de agua con mercurio hasta enfrentamientos.