En un país de afamados atletas olímpicos, la triatleta cubana Leslie Amat, el beisbolista Santiago Torres y otros deportistas intentan no perder su condición física luego del cierre de gimnasios y canchas a causa de la epidemia.
La Habana. Nadar kilómetros en una piscina improvisada en una azotea con una cuerda atada a la cintura, o golpear un neumático con un bate de béisbol para mantener la fuerza, son algunas de las fórmulas que los deportistas cubanos deben desarrollar para no perder estado físico en medio de la pandemia del coronavirus.
La triatleta cubana Leslie Amat y el beisbolista Santiago Torres son algunos de los que han apelado a implementos rústicos para completar su preparación tras la pausa competitiva por el coronavirus.
En un país de afamados atletas olímpicos, Amat y otros deportistas intentan no perder su condición física luego del cierre de gimnasios y canchas a causa de la epidemia.
"Estoy obligada a entrenar en mi casa por el brote del coronavirus y hemos tenido que inventar: nadar, armar una pequeña piscina, programar ejercicios con la bicicleta estática y correr sobre un tapiz en el suelo", dijo Amat, sudando profusamente tras casi una hora pedaleando.
La deportista de 27 años se levanta diariamente a la 5 de la mañana y una hora después sube a la azotea de su domicilio en La Habana para iniciar una sesión de entrenamiento que incluye natación, ciclismo y ejercicios complementarios.
Sin los sofisticados implementos a los que cualquier deportista de alto rendimiento puede acceder en el mundo, Amat corre kilómetros sujetada de una cuerda y hace ejercicios de fuerza impulsada por un pequeño carro construido con tubos de hierro, una tabla de madera y rodamientos de autos.
El triatlón es conocido como la disciplina que agrupa a los deportistas considerados de hierro por el notable gasto energético y esfuerzo en nadar 1.500 metros, recorrer 40 kilómetros en bicicleta y 10 kms de carrera pedestre.
"Mi sueño es llegar a los Juegos Olímpicos de Tokio, pero ahora todas las clasificaciones y competencias se han detenido", dijo la estudiante de Cultura Física ante la mirada de su entrenador Diosele Fernández. Amat dijo que gana 1.000 pesos cubanos (unos US$40) otorgados por el estatal Instituto Nacional de Deportes (INDER).
Otros deportistas, como los beisbolistas Yosvany Peñalver y Santiago Torres, con cualidades para el equipo nacional, también comenzaron a ejercitarse en sus hogares mientras el virus -que de acuerdo a un conteo de Reuters ha dejado 150.000 muertos en todo el mundo- comienza a propagarse con fuerza en la isla.
Penalver, jardinero del equipo Industriales, bateaba varias pelotas en el patio de su casa, mientras Torres, con un bate en sus manos, golpeaba sin cesar un neumático de camión para incrementar su poder ofensivo.
"Me he mantenido activo en la casa con ejercicios de defensa con pelotas de goma y también buscando tacto al bate", dijo Torres, según un reporte de la televisión estatal.