Según un reporte de CAF, el 24 % de las familias de la región identifica a la inseguridad como el principal problema que afecta su calidad de vida, por encima del desempleo, la inflación o los servicios básicos.

El 60 % de los ciudadanos latinoamericanos considera que la inseguridad se incrementó en la región en los últimos cinco años, según el Reporte de Economía y Desarrollo (RED 2014) del CAF-Banco de Desarrollo de América Latina, difundido este martes en Lima.

La CAF convocó este martes a especialistas para presentar el RED 2014, titulado "Por una América Latina más segura: una perspectiva para prevenir y controlar el delito", una publicación que propone un enfoque integral para planear, diseñar e implementar intervenciones efectivas para combatir el crimen en la región, señaló el organismo.

El reporte remarcó que la seguridad es un "factor determinante" del bienestar de los ciudadanos de América Latina y que el 24 % de las familias de la región identifica a la inseguridad como el principal problema que afecta su calidad de vida, por encima del desempleo, la inflación o los servicios básicos.

El informe propone un enfoque donde la ocurrencia del crimen surge de la interacción de dos elementos: individuos con una determinada inclinación a cometer actos ilícitos y situaciones que afectan las oportunidades para delinquir, señaló la CAF.

La directora representante de la CAF en Perú, Eleonora Silva, dijo que es necesario tener una visión integral de la prevención del delito, con intervenciones oportunas y de calidad en cada etapa del ciclo de vida de las personas.

El RED 2014 recomienda, en ese sentido, mejoras en el sistema de justicia criminal, la implementación de programas de estimulación temprana y reforzar las habilidades socio-emocionales que, junto a una educación de calidad, considera como pilares para un crecimiento sostenido, equitativo y con una mayor seguridad ciudadana.

El reporte también hace hincapié en intervenciones sobre el espacio físico y el entorno social en las denominadas "zonas calientes" del crimen y sugiere que toda estrategia debe tener "una mirada incluyente", tanto de las víctimas como de los victimarios.

Además, indica que "debe estar asociada con formas democráticas de convivencia, participación política e institucional que fomente una mayor confianza entre los ciudadanos y las autoridades".

Silva advirtió que para planear, diseñar e implementar estas intervenciones no solo se requiere generar estadísticas confiables, sino que las iniciativas de política pública estén sujetas a supervisión y evaluaciones para conocer su impacto, y generar capacidades para mejorar la toma de decisiones y su implementación.

"Adicionalmente, en este proceso de generación de estadísticas, diseño, implementación y evaluación de políticas, es muy relevante fortalecer las capacidades institucionales de los Gobiernos", concluyó.