Los suministros de combustible se dirigían a las zonas más perjudicadas y un millón de clientes recuperaron la electricidad mientras las temperaturas bajaban a casi cero en el noreste del país durante la noche.
Las víctimas de la súper tormenta Sandy en la costa Este de Estados Unidos vieron cómo el frío se sumaba este domingo a problemas como la escasez de combustible y la falta de luz, a solo dos días de unas elecciones que según las encuestas están muy ajustadas entre el presidente Barack Obama y el aspirante republicano Mitt Romney.
Los suministros de combustible se dirigían a las zonas más perjudicadas y un millón de clientes recuperaron el suministro eléctrico mientras las temperaturas bajaban a casi cero en el noreste del país durante la noche. El alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, advirtió que la ciudad podría tardar días en recuperar el suministro normal de luz y que acabaran las restricciones de gasolina.
Obama, empatado con Romney en los sondeos, ordenó a los responsables de los servicios de emergencias que acelerasen los procesos burocráticos y trabajaran sin retraso para ayudar a que las zonas devastadas recuperen la normalidad lo antes posible.
La luz volvió a iluminar el bajo Manhattan por primera vez en casi una semana y permitió que 80% de la red de metro de la ciudad volviera a funcionar. Pero unos 2,5 millones de hogares y negocios seguían sin energía eléctrica en el noreste, frente a los 3,5 millones del viernes.
Para la próxima semana se esperan temperaturas muy bajas, lo que podría suponer que muchos hogares pasarán frío ante la escasez de combustible de calefacción.
Bloomberg urgió a aquellos sin luz ni calefacción que vayan a refugios.
Las autoridades están cada vez más preocupadas sobre cómo van a llevar a los votantes desplazados por Sandy a los colegios electorales para este martes. Decenas de centros de votación quedaron inutilizados por las inundaciones en Nueva York y Nueva Jersey.
El caos en los últimos días de la campaña ha supuesto que para muchos las elecciones pasen a un segundo plano.
"No pienso mucho en las elecciones ahora mismo", dijo Frank Carrol, un trabajador jubilado del transporte neoyorquino de 59 años que vive en el municipio de Staten Island, golpeado por la tormenta.
Carrol tenía previsto votar, pero no sabía si su colegio estaría abierto.
El número de muertos por la tormenta subió a al menos 110, después de que el sábado se informara de nueve fallecidos más en Nueva Jersey.
Sandy mató a 69 personas en el Caribe antes de dirigirse al norte.