La propagación del coronavirus y la amenaza de una crisis económica y social preocupan cada vez más. El jefe de Gallup International Association, Kancho Stoychev, explica su más reciente encuesta en una entrevista con la agencia DW.
La conclusión de la segunda encuesta de la Asociación Internacional Gallup sobre el coronavirus es clara: el temor a la propagación del coronavirus ha crecido en todo el mundo. La encuesta se realizó en 17 países, incluidos Alemania, Argentina, Austria, Bulgaria, Corea del Sur, Estados Unidos, India, Italia, Japón, Rusia, Suiza y Tailandia, entre otros.
- Deutsche Welle: ¿Qué hay de nuevo en esta segunda encuesta de su red de centros de investigación de mercados y opinión, en comparación con la primera de marzo?
- Kancho Stoychev: En las últimas semanas, el miedo al coronavirus ha aumentado en casi todos los países examinados. Por ejemplo, con la propagación del virus en los Estados Unidos, la proporción de aquellos que expresan preocupación de que ellos o un miembro de su familia puedan infectarse ha aumentado en 25 puntos porcentuales. También en Tailandia, Suiza, Argentina, Austria y Japón, más personas tienen miedo ahora.
En Italia, por el contrario, resulta que la población se ha acostumbrado a la situación, pues la preocupación por la infección con el virus ha disminuido en nueve puntos porcentuales. Parece que la sociedad italiana ha superado los picos del miedo.
La amenaza es real
- Esta encuesta muestra que cada vez más personas aceptan que la amenaza es real. ¿Hay países en los que este convencimiento ha cambiado en comparación con la primera encuesta?
- Casi dos tercios de los encuestados en todo el mundo (63% frente a 59% antes) no creen que la amenaza del coronavirus se esté exagerando. Sin embargo, un tercio (frente al anterior 38%) todavía cree lo contrario. El 4% no puede tomar una decisión. En el contexto de la propagación mundial del virus y las medidas gubernamentales correspondientes, nuestra encuesta muestra que cada vez más personas aceptan que la amenaza es real.
Como se esperaba en los EE.UU., la creencia de que la amenaza es real se ha duplicado, llegando ahora al 72%, desde el 36% de hace unas semanas. Lo mismo se aplica más o menos a Tailandia (70% no está de acuerdo con que la amenaza se haya exagerado, frente al 55% anteriormente), Suiza (69% ahora, 41% en marzo), Corea del Sur (83% ahora, 66% antes), Japón (79% ahora, 54% antes), India (71% ahora, 43% antes) y Bulgaria (41% ahora, 27% antes).
Más aprobabción para los gobiernos
- La encuesta muestra que una mayoría continúa apoyando a sus gobiernos en la lucha contra la enfermedad e incluso está dispuesta a sacrificar ciertos derechos. ¿Es válida esta conclusión para los 17 países? ¿Hay alguna diferencia entre ellos?
- La gente de la India (91% está de acuerdo en que su gobierno está lidiando bien con la situación), Malasia (91% versus 77% antes), Austria (86%), Pakistán (82%) y Filipinas (80% versus 70%) parecen estar muy contentos con la forma en que sus gobiernos están lidiando con la crisis. También hay un aumento significativo en la aprobación en otros países: en Alemania, el 75% de los encuestados piensa que el gobierno está manejando bien la situación, en comparación con el 47% de hace unas semanas. En Bulgaria, el porcentaje de aprobación es ahora del 77%, en comparación con el 60% de marzo.
La mayor proporción de insatisfacción con el gobierno en relación con la situación de la COVID-19 se encuentra nuevamente en Tailandia: el 81% no estima que su gobierno esté enfrentando bien la situación actual. El estado de ánimo negativo aumentó en cinco puntos porcentuales en pocas semanas. Japón continúa ocupando el segundo lugar en términos de insatisfacción, con un 69% (un aumento de siete puntos porcentuales). La opinión pública en los Estados Unidos está bastante dividida: el 48% está satisfecho con las medidas gubernamentales y el 48% no.
Los principios democráticos resisten
- De acuerdo con su encuesta, existe una mayor disposición a sacrificar incluso parte de los derechos humanos, si esto ayuda a prevenir la propagación de la infección. Pero también hay otro resultado: solo el 17% comparte la opinión de que la democracia no es efectiva en la crisis actual. Hay grandes diferencias entre los 17 países encuestados...
- La creciente amenaza ha influido en nuestra voluntad de sacrificar algunos de nuestros derechos humanos, si esto ayuda a prevenir la propagación de la infección. En marzo, el 75% de la población encuestada estaba lista para sacrificar derechos humanos hasta que desapareciera la amenaza por COVID-19. Este porcentaje es ahora del 80%.
La mayor disposición se encontró en Pakistán (92%), India (91%), Tailandia (91%), así como en Austria (86%), Alemania (89%), Italia (85%) y Suiza (86%). Entre ellos, no obstante, en Italia, Alemania y Bulgaria, la proporción de quienes están dispuestos a renunciar a parte de sus derechos ha disminuido ligeramente en las últimas semanas.
El 41% de la población en los países encuestados espera que el mundo vuelva a ser más o menos lo que era antes de la crisis. Sin embargo, el 45% cree que tras el final de la crisis del coronavirus habrá cambios importantes en un mundo casi completamente nuevo. La mitad de la población en los países encuestados expresó la esperanza de que las principales potencias mundiales lleguen a trabajar mejor juntas. El 28% opina, por el contrario, que las relaciones podrían llegar a ser más conflictivas. El 22% restante no está seguro. La buena noticia es que los principios democráticos muestran signos de persistencia en estos tiempos difíciles.
Notable brecha entre países ricos y pobres
- La crisis actual también está teniendo un grave impacto en la vida económica, como muestra su encuesta. El 15% de los encuestados en todo el mundo indica que ha perdido su trabajo; y el 12%, que ahora trabaja a tiempo parcial. Pero hay otros números interesantes: un tercio reconoce que la crisis aún no ha afectado sus vidas en términos de empleo e ingresos. Aquí también tenemos una brecha entre países ricos y pobres...
Sí, actualmente más de un tercio dice que ha perdido una proporción significativa de sus ingresos (especialmente en Argentina, Indonesia y Tailandia). El 28% tuvo que dejar de trabajar temporalmente (principalmente en India, Malasia y Filipinas). Las mayores proporciones de personas cuyas vidas aún no se han visto afectadas en términos de empleo e ingresos se han registrado en Austria, Alemania y Japón.