La escasez de mujeres en altos cargos pareciera ser un problema que afecta a la mayoría de los países del mundo. Sólo el 12% de los puestos de responsabilidad de las empresas de la Unión Europea son ocupados por mujeres. Para intentar revertir esta situación, el  Parlamento Europeo aprobó un informe en el que invita a los países miembros a tomar medidas para la incorporación de la mujer en puestos directivos. Una de las propuestas del Parlamento fue fijar cuotas por sexos.

Con esta medida se pretende seguir el ejemplo de Noruega, donde las mujeres por ley deben ocupar 40% en los consejos de administración. En este país ellas han pasado de representar 22% en 2004, al 42% en 2009. Expertos avalan esta situación, señalando que si la igualdad de sexo no se impone, se tardarán años en persuadir a las empresas. 

Sin embargo, cuando se anunció la ley de cuotas en Noruega, el valor de las acciones de las empresas bajó en promedio 2,6%. Esta baja no se debió a la obligatoriedad de la presencia femenina, sino a la escasez de directoras con las habilidades y experiencia que ya poseían los ejecutivos que ocupaban los cargos antes de la implementación de la ley. Actualmente, en Noruega son 70 las mujeres que se reparten los alrededor de 300 cupos en los directorios.

Por ello,  antes de exigir a las compañías que aumenten la fuerza laboral femenina en los altos cargos,  las mujeres deben ser apoyadas, formadas y capacitadas  para que se puedan hacer responsables de estos puestos. De lo contrario, ellas continuarán abandonado sus carreras y, por ende, su presencia en los altos mandos seguirá siendo escasa.

En Chile, la situación es similar. No hay suficientes mujeres que tengan una carrera sólida, lo que se refleja en que de los 323 puestos directivos disponibles de las principales 40 empresas que transan en bolsa, sólo seis son ocupados por mujeres.

Las compañías también tendrán que tomar medidas para que las empresas sean atractivas para las mujeres. El posnatal, la flexibilidad horaria y el teletrabajo son algunas de las soluciones para que ellas puedan desarrollar su carrera dentro de la empresa y así optar a mayores responsabilidades.

Aún existe un largo camino antes de aprobar una ley de cuotas, lo primero es concientizar y promover medidas efectivas que eduquen y apoyen la carrera profesional de la mujer.

El directorio es la carta de navegación de una empresa, es ahí donde se toman las decisiones más relevantes y donde hasta hoy, dominan los hombres. Es por esto que las mujeres pueden aportar otra visión, ya que poseen cualidades y habilidades únicas que darán un valor agregado a la dirección de la empresa.

Para que las mujeres logren incorporase a los altos cargos, debe existir una combinación de políticas públicas, culturales, empresariales y sociales que valoren el real aporte de las mujeres dentro de las compañías.