En el país ibérico, estudios privados indican que la reducción del gasto navideño será de hasta 40% respecto a los años previos a la crisis.
Hace algunos años, en la boyante España del "boom" del ladrillo, los nuevos edificios se poblaban de papanoeles que trepaban por sus balcones a dejar regalos, y la mayoría de los españoles no se imaginaban deseando trabajar en Navidades.
Sin embargo, en la España modelo 2012, con una cesantía récord de 25%, un empleo de fin de año puede ser el regalo más deseado en estas Navidades.
Estas circunstancias han creado un perfil hasta ahora desconocido de personas que demandan unos trabajos navideños hasta hace poco realizados por jóvenes estudiantes, personas con escasa formación o inmigrantes con apuros económicos.
"Tradicionalmente, los candidatos a puestos en esta época eran estudiantes que aprovechaban el periodo vacacional para conseguir unos ingresos, pero en los últimos años se les han ido uniendo las amas de casa y desempleados", dice Manuel Solís, director general de la empresa de trabajo temporal Manpower, destacando que también se incorporan a la búsqueda trabajadores muy cualificados.
Es el caso de Anabel González, licenciada en publicidad y con un postgrado en Comunicación, contratada por unos 700 euros al mes para promocionar productos alimenticios en una gran superficie durante el comercial periodo navideño.
"Aunque es un poco frustrante no dedicarse a lo que has estudiado, no me siento mal, porque es un trabajo estacional, y es llevadero", dice esta burgalesa de 28 años que lleva un año sin empleo y tiene que recibir la ayuda de sus padres para vivir en el piso que comparte con dos amigas en Madrid.
En una Navidad marcada por el descenso del consumo, la mayor parte de la contratación la realizan empresas de trabajo temporal (ETTs), que anticipan que este año las contrataciones no subirán.
La Asociación de Grandes Empresas de Trabajo Temporal (AGETT) prevé una menor contratación que el año pasado (500.000 frente a 550.000) porque en 2012 "las familias tienen menos renta disponible para compras extraordinarias, debido a las elevadas tasas de paro, el incremento en IRPF e IVA y la ausencia de paga extraordinaria de los trabajadores de la función pública".
Sin embargo, lo que sí ha subido estas Navidades es la cantidad de demandantes de este tipo de empleo temporal.
La ETT Adecco destaca que este año ha recibido más del doble de solicitudes que en 2011, con perfiles que normalmente no buscaban este tipo de trabajo tradicionalmente vinculado a estudiantes o jóvenes.
"En las semanas previas al periodo navideño, Adecco Outsourcing ha constatado un incremento por encima del 100 por ciento en la demanda de candidatos para optar a alguno de estos puestos", dijo la ETT.
En España, estudios privados indican que la reducción del gasto navideño será de hasta 40% respecto a los años previos a la crisis y del entorno de 10% respecto al año pasado.
La situación en España se enmarca en el proceso de crisis económica de la eurozona, en cuyos países del Sur se está viendo un drástico descenso del nivel de gasto, en medio de planes de austeridad gubernamentales destinados a reducir el déficit y los costes de financiación.
Reyes no tan magos. Aprovechando la temporada navideña, la consultora Lee Hecht Harrison ha realizado un video promocional en el que Santa Claus se ve obligado a vender su fábrica de juguetes a los Reyes Magos en un intento de integrar exitosamente ambos negocios.
Pero la realidad es mucho más compleja.
A Manuela González y a su marido no vinieron a rescatarlos los Reyes Magos: tuvieron que cerrar su empresa de mecanizado de piezas y despedir a todos sus empleados en proceso en el que acabaron arruinados.
Manuela, a sus 54 años y cerca de acumular dos años en paro, ha sido contratada para empaquetar regalos en un centro comercial de San Sebastián en Navidad durante 23 días a media jornada, por lo que se llevará poco más de 500 euros, aunque lo más importante será que retrasará un poco el final del cobro de su prestación.
"La gente de mi edad lo tenemos muy difícil, en las entrevistas nos dicen que no hay nada que hacer por nuestra edad, que si tuviéramos 40 años nos contratarían", cuenta.
Ella y su marido sobreviven con dos prestaciones que suman 900 euros, con lo que llegan a fin de mes al no tener que pagar hipoteca.
"Tenemos la suerte de tener vivienda propia ya, si no, no sé cómo haríamos", confiesa.
A Manuela, al igual que al más de medio millón de españoles que este año tengan empleos navideños, a la vuelta de la esquina la espera otra vez la dura cotidianeidad de un país sumido en la recesión y la austeridad a rajatabla.