Cerca de 100 personas están desaparecidas sobre todo en áreas rurales de Guatemala de difícil acceso, donde las lluvias provocaron deslaves que arrastraron casas y pobladores.
Ciudad de Guatemala. El número de víctimas por las lluvias torrenciales de la tormenta Agatha el fin de semana subió a 175 personas en Centroamérica, principalmente en Guatemala, donde los socorristas trataban de recuperar cuerpos en medio de caminos y puentes colapsados.
Cerca de 100 personas están desaparecidas sobre todo en áreas rurales de Guatemala de difícil acceso, donde las lluvias de Agatha provocaron deslaves que arrastraron casas y pobladores corriente abajo, tras el desborde de ríos.
Los rescatistas, apenas con palas y picotas y sin maquinaria pesada, trataban de hacer su tarea con 18 % de los principales puentes destruidos.
"Nosotros intentamos llegar a las comunidades, pero nos encontramos con los puentes caídos y tenemos que caminar, tardamos mucho más tiempo", dijo Rony Veliz, del cuerpo de Bomberos Voluntarios de Guatemala.
En Guatemala, con un alto nivel de pobreza, la tormenta dejó 152 muertos, mientras que en Honduras fallecieron 14 y en El Salvador 9.
La tormenta, la primera de la temporada de huracanes en el océano Pacífico y que ya se convirtió en nubarrones, dejó casi 100.000 damnificados, muchos de los cuales ya habían regresado a sus hogares.
Rescatistas se desplazaban en seis helicópteros de Estados Unidos, así como en otros privados, para llevar alimentos y medicinas a los pueblos de la costa Pacífico, severamente afectados, pero en muchos lugares la población estaba desesperándose por la falta de suministros.
"Nosotros tenemos varios días sin recibir ayuda ni atención por parte del gobierno y se nos está acabando el agua y la comida", dijo un hombre que llamó a una radio desde Huehuetenango, una zona alta donde crece café de alta calidad.
Temores. El gobierno dijo que esperaba la llegada de aviones de México con ayuda, y señaló que lleva estimados daños por 62.5 millones de dólares sólo en vivienda, sin contabilizar puentes, carreteras y escuelas dañadas.
La lluvia dejó boquetes gigantes en la Ciudad de Guatemala creando verdaderas trampas en algunos casos en medio de la calle, que podrían haberse tragado personas y parte de algunas construcciones.
El ministro de Salud, Ludwin Ovalle, dijo que podrían surgir brotes de dengue o malaria en los próximos días. "Vemos unos brotes de dengue y malaria debido al estancamiento de las aguas", dijo el funcionario.
Los productores de café, cultivo clave para las empobrecidas economías de la región, estaban preocupados por los daños causados por las lluvias, que habrían afectado las plantaciones por la fuerza del agua que hace caer los granos, así como por el surgimiento de hongos debido a la humedad.
Centroamérica es una región muy vulnerable a las lluvias debido a su terreno montañoso, muchas veces deforestado, así como por las pobres comunicaciones en las áreas rurales que dificultan las tareas de rescate en casos de desastres.