Los muchachos de entre 14 y 17 años si pueden se comerán un almuerzo de 2.000 calorías, dando la razón a su fama de que siempre tienen hambre.
Nueva York. Los padres de los chicos adolescentes ya tienen pruebas para respaldar la afirmación de que podría costar una fortuna alimentarlos, después de que un estudio en Estados Unidos concluyó que los chicos de entre 14 y 17 años se comerán un almuerzo de 2.000 calorías si pueden.
Investigadores del Instituto Nacional de Salud Infantil y Desarrollo Humano de EEUU dijeron que los chicos adolescentes tienen fama de comer mucho, pero que en realidad no hay pruebas objetivas de que ésta sea la norma.
Sin embargo, en un experimento realizado durante el almuerzo en un buffet en el que participaron 204 niños de entre 8 y 17 años, los investigadores concluyeron que los chicos habitualmente comían más que las chicas de su misma edad, y que los varones que se encontraban en la mitad de su adolescencia fueron los más voraces, engullendo cerca de 2.000 calorías.
El investigador Jack A. Yanovski dijo que esa conclusión es lógica, ya que los chicos suelen pegar el estirón - ganando peso y masa muscular - al final de la pubertad.
"Popularmente se cree que los chicos pueden comer cantidades enormes, pero no teníamos muchos datos", dijo Yanovski a Reuters después de la publicación de su estudio en el American Journal of Clinical Nutrition (here).
En uno de los dos almuerzos investigados se pidió a los jóvenes que comiesen la cantidad que solían ingerir habitualmente, mientras que en el otro se les pidió que tomasen tanta comida como quisieran.
En general, los investigadores concluyeron que los chicos comieron más que las chicas.
Los chicos preadolescentes - entre los 8 y los 10 años -, ingirieron una media de 1.300 calorías en el almuerzo, contra las 900 calorías de las niñas de la misma edad.
Las chicas registraron entre los 10 y los 13 años el mayor incremento en su apetito, con una media de 1.300 calorías ingeridas durante el almuerzo.
Esta cifra está en consonancia con el desarrollo de las chicas, según Yanovski, ya que suelen registrar sus mayores índices de crecimiento entre el principio y la mitad de su pubertad.
Los chicos, sin embargo, tienden a desarrollarse más tarde, y su necesidad de calorías parece incrementarse significativamente al final de la pubertad o entre los 14 y los 17 años.
Mientras que los chicos que participaron en este estudio mostraron pocos cambios en su ingesta de calorías durante la prepubertad y la mitad de su pubertad, durante la etapa final ingieren de media a la hora del almuerzo unas 2.000 calorías, cantidad excesiva incluso en los niños más activos.
Yanovski explicó que siempre que los jóvenes estén sanos y dentro de un peso normal, un repentino aumento de su apetito no tiene por qué ser alarmante, aunque advirtió que los chicos con sobrepeso deberían tener un consumo de calorías más limitado.
Los estudios sugieren que la mayoría de los niños con sobrepeso terminan por convertirse en adultos con el mismo problema.