El entrenamiento inadecuado, la falta de coordinación y un Ejército presionado al máximo también son factores, pero un nuevo plan de 76 puntos explica las vías para mejorar eso, dijo el coronel John Bradley.
Washington. Los esfuerzos para prevenir los suicidiosentre los veteranos de guerra de Estados Unidos están fracasando, enparte porque los angustiados soldados no confían en que el Ejército losayude, dijeron este jueves importantes oficiales militares.
Elentrenamiento inadecuado, la falta de coordinación y un Ejércitopresionado al máximo también son factores, pero un nuevo plan de 76puntos explica las vías para mejorar eso, dijo el coronel John Bradley,jefe de siquiatría del Hospital del Ejército Walter Reed en Washington,en una conferencia.
Bradley dijo que un equipo deexpertos pasó un año entrevistando soldados que habían intentadosuicidarse, a familiares y otras personas para el reporte y planentregado el mes pasado al secretario de Defensa Robert Gates, quiendebe presentarse ante el Congreso en 90 días.
"Ellosnos dicen una y otra vez que estamos fracasando", dijo Bradley en unsimposio sobre medicina militar auspiciado por la Uniformed ServicesUniversity of the Health Sciences y la Fundación Henry M. Jackson.
Cadarama de los servicios -el Ejército, la Fuerza Aérea, la Armada y losMarines- se apresuró a crear un programa de prevención de suicidios,pero no hubo coordinación.
El reporte recomienda que la secretaría de Defensa se encargue de la coordinación de las tareas de prevención.
Elentrenamiento para prevenir los suicidios en combate con frecuenciafracasaron, porque quienes debían enseñar los procesos no entendían suimportancia, explicó Bradley.
Según el reporte,1.100militares (hombres y mujeres) se suicidaron entre el 2005 y el 2009,una muerte cada día y medio.
La tasa de suicidios en el Ejército se duplicó en ese tiempo.
Aproximadamente 1,9 millones de militares estadounidenses han sido enviados a Irak y Afganistán.
Desconfiados. "Hemoshecho todo lo correcto, pero a pesar de todo lo que hemos hecho lastasas de suicidio continúan aumentando, particularmente en los Marinesy el Ejército", dijo el coronel Charles Hoge del Walter Reed.
"Ungran porcentaje de nuestros militares, nuestros veteranos, no vienen apedir ayuda. No es sólo la percepción de que se les tratará diferente oque puede afectar sus carreras, sino que también existe la desconfianzaen el sistema y en que los profesionales de salud mental puedanayudarlos", agregó.
La mayoría de los suicidios suceden entre hombres blancos jóvenes, dijeron los expertos.
"Losmarines son jóvenes, son confiados, agresivos", dijo el tenientegeneral Richard Zimmer del Cuerpo de Marines de Estados Unidos.
"Van a ser los últimos en levantar la mano y decir que tienen un problema", agregó.
Ylos soldados que solicitan los servicios de salud mental pueden perdersus autorizaciones de seguridad, sus armas y se les puede relevar desus deberes vitales para sus carreras, dijeron Hoge y Bradley.
Cuandoregresan a casa de la guerra, las habilidades que los mantuvieron vivosen combate los convierten en disfuncionales en la sociedad civil,afirmó Hoge.
Agregó que las demandas físicastambién pueden afectar la mente. Los soldados usualmente se manejan con3 o 4 horas de sueño por noche durante largos períodos.
"Confrecuencia tienen dolor, dolor crónico", explicó Hoge. "Han pasado portodos esas situaciones, incluso concusiones. Está claro que ocurrencambios físicos", añadió.