Esta es una suma superlativa en esta aldea de casas de barro en el noroeste de Nigeria, una región en el extremo sur del Sahara donde la mayoría de las personas trabajan en la ganadería de subsistencia y viven con dos dólares al día.
Zaman Gira, Nigeria. Ibrahim Bello dice que puede ganar23 dólares en dos horas extrayendo oro del suelo, más de lo queconsigue en dos meses cultivando mijo.
Esta esuna suma superlativa en esta aldea de casas de barro en el noroeste deNigeria, una región en el extremo sur del Sahara donde la mayoría delas personas trabajan en la ganadería de subsistencia y viven con dosdólares al día.
El atractivo económico de la"fiebre del oro" es tal que muchos niegan sus devastadorasconsecuencias y granjeros pobres llegan a excavar el suelo a mano enminas a cielo abierto.
Desde marzo, al menos 400niños han muerto envenenados como consecuencia de la minería ilegal deoro, porque el mineral extraído alrededor de sus aldeas contiene altasconcentraciones de plomo, lo que contamina el aire, el suelo y el agua.
Agenciasinternacionales como la ONU, Médicos Sin Fronteras (MSF), laOrganización Mundial de la Salud (OMS) y los Centros para el Control yla Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas eninglés) han estado trabajando durante meses para tratar de contener lacontaminación.
Pero las fuertes lluvias hanextendido la contaminación y la renuencia de los aldeanos a admitir quesu nueva fuente de riqueza es responsable ha dificultado los trabajos.
Agenciashumanitarias dijeron en junio que al menos seis aldeas en el estado deZamfara habían sido afectadas y unos 170 niños, casi todos menores de 5años, murieron. Desde entonces se han descubierto más comunidadescontaminadas y la tasa de mortandad infantil ha aumentado más del doble.
"Lareticencia de las comunidades a informar enfermedades o muertesvinculadas al plomo y el lugar donde realizan las actividades mineras,están entorpeciendo nuestros esfuerzos por identificar a lascomunidades en riesgo", dijo John Keith, asesor técnico de laconsultora contra la contaminación Blacksmith Institute, con sede enNueva York.
"En algunos casos toma dos semanaspara convencer a una comunidad que se abra", dijo Keith, cuyaorganización se especializa en limpiar sitios contaminados por todo elmundo.
Los residentes temen que revelar elproblema hará que el Gobierno tome medidas contra la actividad, que amenudo pone el mineral contaminado en contacto directo con niños.
Loshombres transportan el mineral desde las minas a cielo abierto hastalas aldeas para que sus esposas lo muelan hasta convertirlos en polvo,usando martillos o piedras. Luego lo lavan para quitar la arena yconservar los vestigios de oro.
Cerca de allí, los niños juegan descalzos en complejos familiares, expuestos al agua contaminada e inhalando polvo.
Lossíntomas de envenenamiento por plomo son especialmente agudos en losniños de menos de cinco años, que sufren daños en sus sistemasnerviosos y riñones y convulsiones que rápidamente pueden llevarlos ala muerte.
"Nunca he experimentado algo como estoen mi vida. Cuando afectó a un niño, podía verse que empezaba atemblar. Antes del amanecer el niño podía morir", dijo Saminu Mohammed,residente de Bagega, una de las aldeas afectadas.
Laexposición excesiva al plomo puede causar un daño irreparable en lossistemas nervioso y reproductivo y a los riñones. Si bien los adultospueden enfermarse, el riesgo es más agudo en los niños pequeños, cuyoscuerpos no están completamente desarrollados.
Creencias tradicionales. Lascomunidades rurales pobres de Zamfara no son ajenas a las enfermedadesy sufren brotes de cólera, meningitis y malaria. Pero pocos residenteshan tenido mucha educación formal y la ciencia es a menudo tratada conescepticismo.
"Las comunidades niegan esasmuertes o las atribuyen a espíritus u otras creencias", dijo a Reutersel coordinador de MSF en Zamfara, El Shafi'i Muhammad Ahmad.
Noes la primera vez que la medicina occidental choca con las profundascreencias religiosas y tradicionales del norte de Nigeria.
Zamfaraera uno de los tres estados que suspendieron un programa deinmunización contra la polio llevado adelante por la OMS en 2003 porquealgunos líderes musulmanes temían que la vacuna por vía oral era unatrama occidental para propagar el SIDA y causar infertilidad.
Elbrote de envenenamiento con plomo no fue denunciado inicialmente, y sepensaba que la elevada tasa de mortandad infantil era producto de lamalaria cerebral, que en niños pequeños puede provocar síntomassimilares como convulsiones.
La denuncia llegócuando un equipo del MSF que estaba realizando análisis de meningitisencontró altos niveles de metales pesados en la sangre de los aldeanos.
Trabajadoresasistenciales temen que muchos niños no hayan sido llevados al hospitalporque la temporada de lluvias ha impedido el acceso a aldeas remotas.
MSFha estado atendiendo a cientos de niños en clínicas montadas enciudades, pero el Ministerio de Salud del estado de Zamfara haidentificado unas 180 aldeas y comunidades remotas donde los niñospodrían haber sido envenenados.
"Perdí tres hijospor esta epidemia en los últimos 10 días, este es el cuarto", dijoHalima Garba, madre de cinco niños y que cargaba a su hija enferma a lolargo de un sendero hacia la carretera principal, donde esperaencontrar una motocicleta que la lleve a la clínica de MSF.
"Parece como que la ayuda no llegará a la aldea, así que no me quedó opción", dijo la mujer.