Los hombres armados han estado bloqueando desde el 23 de mayo el pozo de gas natural licuado Gigante Uno, parte de la cuenca de Burgos, en Nueva Ciudad Guerrero, cerca de la frontera con Estados Unidos.
México DF. Un grupo armado mantiene desde hace dossemanas el control de un pozo de gas natural en el noreste de México,dijo este jueves un diario local, en el caso más reciente de robos decombustible por parte del crimen organizado al monopolio petroleroestatal Pemex.
Los hombres armados han estado bloqueandodesde el 23 de mayo el pozo de gas natural licuado Gigante Uno, partede la cuenca de Burgos, en Nueva Ciudad Guerrero, cerca de la fronteracon Estados Unidos, dijo este jueves el diario Reforma.
Aparentementeel grupo está robando gas del lugar y efectivos militares no han podidoingresar a la zona donde se ubica el pozo, según el periódico.
Pemexno quiso hacer comentarios sobre el reporte, que asegura también quemuchos trabajadores de la petrolera fueron secuestrados.
No están disponibles informaciones sobre cuánta cantidad de gas natural produce el pozo Gigante Uno.
Lafrontera norte de México con Estados Unidos es escenario de una batallaentre cárteles de la droga por las rutas de narcotráfico de cocaína atierras estadounidenses y Pemex se ha quejado desde hace tiempo de losrobos de combustible por parte de bandas controladas mayormente portraficantes.
El monopolio estatal presentó esta semanademandas contra varias compañías por supuestamente haberse beneficiadode procesar combustible robado. Y asegura que unos US$300 millones en gas han sido robados de sus instalaciones desde 2006.
Enocasiones, los robos en sus yacimientos de gas natural en Burgos hanalcanzado casi 40% del gas condensado producido, segúnPemex.
México está trabado en una guerra brutal contra loscárteles de la droga que ha cobrado la vida de 23.000 personas, en sumayor parte narcotraficantes y policías, desde 2006.
Losrobos de ductos o instalaciones de almacenamiento de crudo, gasolina,diesel y combustible para aviones genera fortunas para las bandas dedelincuentes, que suelen ser ayudadas por empleados corruptos de Pemex.
Reforma dijo que cinco trabajadores del pozo en Burgos fueron secuestrados por el grupo armado.
"Alas familias no les han pedido rescate, pero aquí se sabe que a laempresa (Pemex) sí. Les pidieron una cuota para dejarlos trabajar, perola empresa no quiso negociar", dijo el diario, citando a una fuente noidentificada.