Haití ha cumplido dos años de lucha denodada contra el cólera, una epidemia que ha matado a cerca de 8.000 personas desde que se extendió por todo el país y que sigue avanzando, aunque las medidas de control desplegadas han logrado frenar su vertiginoso crecimiento inicial.
El Ministerio de Salud Pública trabaja en la actualidad en la definición de estrategias contra el cólera, coordina diferentes acciones y recopila cifras de víctimas, con un total de 630.000 personas afectadas -350.000 de ellas hospitalizadas- y 7.824 fallecidas desde que estalló la epidemia en octubre de 2010.
El doctor Donald François, quien coordina para el gobierno el grupo multisectorial para enfrentar el cólera, estimó, en declaraciones a Efe Reportajes, que la enfermedad está "bajo control".
Cuando empezó la epidemia -explicó- había miles de infectados al día; durante el 2011 se registraron cientos de casos diarios y en el 2012 se contabiliza un centenar de nueva infecciones diariamente.
Confió que en la actualidad el Ministerio de Salud ha empezado a poner en marcha un plan recientemente lanzado por Naciones Unidas para erradicar la epidemia en el país. En este programa se establecen varias acciones, como el seguimiento de la epidemia y el acceso a sistemas de saneamiento y agua potable para las poblaciones, un factor clave para frenar la expansión de esta dolencia.
También están previstos en este plan la distribución de productos necesarios para luchar contra la enfermedad y la realización de una campaña de sensibilización sobre las causas de la contaminación.
Un aspecto en el que ha cedido algo la presión es el de la búsqueda de culpables de la epidemia, que sectores de la sociedad haitiana atribuyen a las tropas de la misión de la ONU, la Minustah, desplegada en el país desde 2004.
Acusaciones de organizaciones de la sociedad civil e informes técnicos apuntan a vertidos de aguas fecales del contingente nepalí de la misión a un río de Mirebalais, en el norte, como origen del destructor brote de cólera, aunque la ONU no ha reconocido expresamente ser la causante de la dolencia.
EQUIPOS DE SENSIBILIZACIÓN
Varias zonas del país reciben equipos que llevan a cabo actividades de sensibilización, como Fond des Negres, en el sur, donde opera la organización internacional Médicos del Mundo.
En escuelas y otros lugares colectivos animadores de la organización van a visitar a los habitantes para comunicar consignas que les permitan evitar la epidemia.
"Hay que lavarse los manos" varias veces al día y en diferentes circunstancias, repiten en las reuniones comunitarias, donde niños y adultos se familiarizan con gestos básicos de higiene que les ayudan a prevenir la enfermedad.
Los que asimilan bien la lección, contestan a las preguntas que hacen los formadores: "lavarse las manos antes de comer, después de salir de las letrinas, lavar las frutas y los vegetales antes de comerlos...".
Al igual que otras entidades, esta organización asegura que quiere ayudar a un cambio de comportamiento de la población, lo que requiere "modificar prácticas" en privado y en público, explica un agente de sensibilización.
Pero todavía está lejos el día en que no se reciban diariamente casos en el Centro de Tratamiento de Colera (CTC) de Fond des Negres, donde se aplican medidas estrictas contra la epidemia.
Para entrar en el centro de tratamiento de cólera hay que poner los zapatos en un recipiente que tiene agua con cloro y también ser rociado por un sistema de aspersión con el mismo producto.
En el centro, que tiene una capacidad de sesenta camas, la limpieza se hace varias veces al día por un personal vestido con equipamientos apropiados, particularmente botas y guantes.
"La enfermedad puede ser curada de manera simple", dice una de las enfermeras a Jocelyne Jean, la madre de Nickenson, un niño de diez anos contaminado por el cólera.
Nickenson llegó al centro muy debilitado pero, después de dos días de tratamiento, está en una situación estable y la recuperación progresa, expresó la madre, que confió tener "esperanza" en su restablecimiento.
El cólera produce una rápida deshidratación que puede acabar con la vida del enfermo en pocas horas si no dispone de las atenciones adecuadas, pero una vez en manos de médicos o de personal con la formación básica para combatir la enfermedad la recuperación es fácil y rápida si no hay otras complicaciones.
FIN DE LA ACCIÓN DIRECTA
En la situación actual, cada vez más, las entidades internacionales abandonan las intervenciones directas para concentrarse en acciones de apoyo institucional y formación de recursos humanos para encaminar las respuestas a la epidemia.
Intervenciones directas de ONG tienen lugar particularmente en casos de recrudecimiento de la epidemia, como ocurrió después del paso reciente de la tormenta Sandy, que causó muchas inundaciones, particularmente en el Sur del país.
Entre el 28 de octubre y el 8 de noviembre se registraron 4.000 nuevos casos de la enfermedad, lo que da una idea de cómo el paso de Sandy intensificó la incidencia de la epidemia.
El aumento de la enfermedad infecciosa se vincula con la destrucción o avería de los puntos de suministro de agua y de las infraestructuras de saneamiento básico que ocasionó el huracán. Pero es que, además, la tormenta destruyó o dañó numerosos centros de tratamiento del cólera, lo que elevó más, si cabe, la gravedad de sus efectos.
"El cólera es, sobre todo, un asunto de todo el mundo y en particular del Ministerio de Salud", dijo un responsable de una organización internacional que no quiso ser citado con su nombre.
Explicó que la integración del tratamiento del cólera en los servicios ofrecidos por el sistema nacional de salud no es fácil, pero "es posible si los recursos financieros suficientes son movilizados".
La Oficina de Coordinación de los Asuntos Humanitarios de ONU (OCHA) y el gobierno haitiano lanzaron el 18 de diciembre un plan humanitario para 2013, que contempla, entre otras cosas, acciones sobre la epidemia de cólera. OCHA anuncio que el plan, de un valor total de US$144 millones, llevara asistencia a 118.000 personas concernidas por la enfermedad.