Las autoridades dijeron que creían que el incendio fue un accidente y el presidente francés, Emmanuel Macron, prometió reconstruir Notre Dame, considerada uno de los mejores ejemplos de arquitectura gótica francesa y europea y visitada por más de 13 millones de personas al año.
París. Los parisinos daban gracias al ver este martes aún en pie los campanarios y el gran rosetón de la fachada de la catedral de Notre Dame, después de que los bomberos trabajaron toda la noche para apagar las llamas que destruyeron parte de uno de los símbolos más queridos de Francia.
Las autoridades dijeron que creían que el incendio fue un accidente y el presidente francés, Emmanuel Macron, prometió reconstruir Notre Dame, considerada uno de los mejores ejemplos de arquitectura gótica francesa y europea y visitada por más de 13 millones de personas al año.
Grandes industriales prometieron cientos de millones de euros para la reconstrucción, mientras gente común rezaba a la sombra de la catedral que ha presidido el centro de la capital desde hace 800 años.
Más de 400 bomberos trabajaron toda la noche para sofocar el fuego, lo que consiguieron 14 horas después de que se encendió el techo que se consumió junto a la aguja que coronaba el templo.
"Ayer pensábamos que se derrumbaría la catedral completa. Pero esta mañana sigue erguida y valiente, pese a todo. Es una señal de esperanza", dijo la hermana Marie Aimee, una monja que se trasladó apresuradamente a una iglesia cercana para rezar mientras se extendían las llamas.
En el exterior, los imponentes campanarios, los muros y los contrafuertes se mantenían erguidos, pero el interior y la estructura fueron eviscerados.
El fiscal público de París, Remy Heitz, informó que no encontraron indicios obvios que apunten a un incendio provocado. Medio centenar de personas trabaja ahora en lo que se espera sea una larga y compleja investigación.
Un bombero resultó herido, pero no hubo más reportes de afectados en un incendio que comenzó tras el cierre del edificio al público por la tarde.
Desde el exterior, las imponentes torres de las campanas y los muros exteriores, con sus característicos arbotantes, seguían firmes en pie, aunque parte del interior y la estructura superior se vieron afectados por el fuego.
Los bomberos examinaban la fachada gótica y caminaban por los campanarios, mientras la policía mantenía cerrado el acceso de la zona. Los investigadores no podrán entrar a la ennegrecida nave de la catedral hasta que los expertos evalúen si los muros aguantaron bien el calor y la estructura es estable.
Las llamas avanzaron rápidamente por los soportes de madera del techo de la catedral, donde se estaban realizando importantes obras de renovación en el marco de la aguja.
El fiscal parisino abrió una investigación por "destrucción involuntaria por fuego". La policía comenzó a interrogar el martes a los trabajadores que participaban de la restauración, informó la oficina del fiscal.
Cientos de sorprendidas personas se agolparon en las orillas del Sena hasta tarde en la noche, mientras las llamas avanzaban, recitando oraciones y cantos litúrgicos durante una vigilia.
En Notre-Dame, Enrique VI de Inglaterra fue coronado "Rey de Francia" en 1431, Napoleón se coronó emperador en 1804 y el Papa Pío X beatificó a Juana de Arco en 1909. Los presidentes Charles de Gaulle y Francois Mitterrand fueron despedidos allí.
Los mensajes de condolencia llegaron desde todos los rincones del mundo. El Papa Francisco, líder de la Iglesia Católica, estaba rezando por los afectados, según dijo el Vaticano, mientras que la reina Isabel II expresó su profunda tristeza por el siniestro.
Voluntad de reconstruir. Notre Dame es propiedad del Estado y ha estado inmersa en una larga disputa entre el país y la archidiócesis de París sobre quién debía asumir los costos trabajos de restauración de sus balaustradas desprendidas, gárgolas deterioradas y agrietadas fachadas.
Es muy pronto aún para evaluar el costo de los daños, dijo Bertrand de Feydeau, de la Fundación del Patrimonio, una organización que trabaja por la protección de la herencia cultural francesa, pero es probable que el monto ascienda a cientos de millones de dólares.
En 24 horas, empresas y autoridades locales habían comprometido más de 700 millones de euros (US$791 millones) para la reconstrucción, incluidos 500 millones de euros (US$565 millones) de tres familias multimillonarias que poseen los gigantescos imperios del lujo en Francia: Kering, LVMH y L'Oreal.
La empresa a cargo de los trabajos de renovación dijo que cooperará con la investigación. "Lo único que puedo decirles es que cuando comenzó el fuego no había ninguno de mis empleados en el lugar. Respetamos todos los procedimientos", dijo Julien Le Bras, representante de la firma familiar Le Bras Freres.
Las autoridades respiraron aliviadas tras el salvamento de muchas reliquias y obras de arte. En un momento, bomberos, policías y trabajadores municipales formaron una cadena humana para sacar los tesoros, incluida una antigua corona de espinas y la túnica que perteneció supuestamente a San Luis, un rey francés del siglo XIII.