Técnicamente no se trató de un casamiento entre personas del mismo sexo, algo que está prohibido en Cuba, y no generó interferencia alguna de las autoridades porque Iriepa es legalmente una mujer tras haber sido la primera persona en someterse a una operación de cambio de sexo el 2007.
La Habana. Un disidente homosexual y una transexual se casaron este sábado en una boda que marca un hito en Cuba, y luego de envolverse en la bandera del arco iris del orgullo gay pasearon por las calles de La Habana.
En una ceremonia civil sencilla Ignacio Estrada, de 31 años, y Wendy Iriepa, de 37, firmaron el certificado de matrimonio, intercambiaron anillos y se besaron ante un funcionario que les deseo muchas felicidades.
Técnicamente no se trató de un casamiento entre personas del mismo sexo, algo que está prohibido en Cuba, y no generó interferencia alguna de las autoridades porque Iriepa es legalmente una mujer tras haber sido la primera persona en someterse a una operación de cambio de sexo el 2007.
Esa operación se practicó en Cuba, donde existe un programa estatal gratuito para esa clase de cirugía.
Pero el casamiento, celebrado el mismo día en que Fidel Castro cumplió 85 años y definido por la pareja como un "regalo" para el ex líder cubano, busca impulsar los derechos de los homosexuales en Cuba y tuvo un tinte político pues participaron algunos de los principales disidentes cubanos y diplomáticos estadounidenses asistieron como muestra de apoyo.
También marca un cambio de actitud en la isla caribeña, donde los homosexuales fueron recluidos en campamentos en la década de 1960 por ser "contrarrevolucionarios", en un tramo de la historia que generó un mea culpa por parte de Castro el año pasado.
Entre los aplausos de amigos y familiares y la presencia de periodistas y de docenas de cubanos curiosos, la pareja llegó a una oficina estatal en los suburbios de La Habana para contraer enlace.
La novia, luciendo un vestido strapless blanco, arribó a bordo de un Ford convertible de la década de 1950, sentada en la parte trasera y haciendo flamear la bandera multicolor del orgullo gay con ambas manos, mientras sonreía.
"Estoy muy feliz y muy nerviosa", dijo Iriepa al bajar del auto. "Este es realmente el día más feliz de mi vida", agregó exultante.
"Un paso adelante". Estrada, vestido con un traje blanco y una corbata roja, llegó al lugar a bordo de un Mercedes blanco y dijo que también estaba feliz y nervioso, aunque remarcó que la importancia de la jornada lo excedían a él y a su futura espora.
"Este es un paso adelante para la comunidad gay en Cuba", declaró.
La pareja se conoció hace tres meses y se enamoró, dijo Estrada, que está enfermo de sida.
Tras la ceremonia, la pareja cumplió con la tradición de recorrer las calles de la ciudad a bordo de un convertible. La única diferencia fue la bandera del arco iris que se ataron a sus espaldas.
La reacción de los cubanos, que poblaron las aceras y observaban desde las ventanas de sus casas, iban de los aplausos o las risas burlonas al desconcierto.
"¿Qué tiene ella aquí, mami?", le preguntó una niña a su madre poniéndose las manos en el pecho.
"Yo pienso que no deberían casarse. Va en contra de la naturaleza", dijo Iris González, una mujer de mediana edad que también se preguntaba "¿Dónde obtuvo esos senos?".
La conocida disidente Yoani Sánchez y su esposo, Reinaldo Escobar, participaron del casamiento, mientras que Laura Pollan y Berta Soler, líderes de la organización disidente Damas de Blanco, asistieron a la ceremonia.
"Estamos muy felices con lo que ha ocurrido hoy. Un paso grande en una Cuba pequeña", publicó Sánchez en su cuenta de Twitter desde la ceremonia.
Una ausencia notable fue la de Mariela Castro, principal impulsora del casamiento entre homosexuales en Cuba e hija del presidente Raúl Castro.
Mariela Castro, que lidera el Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex), dijo más temprano que no había sido invitada al casamiento pero felicitó a la pareja.
Iriepa dejó hace poco su puesto de trabajo en el centro.