Según el estudio "Pobreza infantil en América Latina y el Caribe" elaborado por la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) y el Fondo de la Infancia de las Naciones Unidas (UNICEF), las cifras de Honduras están más de 20 puntos por encima de la media de la región, que es del 45%.
Tegucigalpa. El 67.9% de la población de Honduras menor de 18 años se encuentra en situación de pobreza.
Esto indica que 2,4 millones de niños y adolescentes no pueden acceder, al menos, a uno de sus derechos como: nutrición, agua potable, servicios sanitarios, salud, vivienda, educación o información.
La situación en Honduras es crítica. Según el estudio "Pobreza infantil en América Latina y el Caribe" elaborado por la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) y el Fondo de la Infancia de las Naciones Unidas (UNICEF), las cifras de Honduras están más de 20 puntos por encima de la media de la región, que es del 45%.
De hecho, Honduras posee el sexto índice más alto del continente, solo por detrás de El Salvador, Guatemala, Nicaragua, Estado Plurinacional de Bolivia y Perú.
El estudio, realizado entre 2008 y 2009, muestra que la pobreza extrema es también mucho mayor en el caso de Honduras, donde afecta a casi tres de cada diez menores de 18 años con un 29,2%, que representa más de un millón de personas, frente al 17.9% de toda América Latina y el Caribe.
Las vulneraciones de derechos infantiles se reflejan en la desnutrición, la dificultad de acceso a agua potable o a una educación gratuita, que afecta a más del 10% de los infantes.
Las privaciones de acceso a información adecuada superan el 25%, mientras que casi la mitad de la infancia, un 48,9%, se enfrenta a privaciones vinculadas a condiciones inadecuadas de sus viviendas.
El documento establece que los datos son más preocupantes si el análisis se realiza en base a los ingresos per cápita del hogar del niño o niña.
En esta clasificación, Honduras posee las cifras más altas de indigencia infantil en América Latina y el Caribe. El 53% vive en hogares donde los ingresos no alcanzan para cubrir las necesidades nutricionales de los miembros de la familia.