Un productor de cine tiene ese tiempo que lo obliga a darle a Chevron un material fílmico clave para la batalla entre la firma e indígenas de Ecuador por un caso de contaminación.
Nueva York. Un productor de cine estadounidense tiene 10 días más para decidir si acata la orden judicial que lo obliga a darle a Chevron material fílmico clave para la batalla entre la firma e indígenas de Ecuador por un caso de contaminación, dictaminó este jueves un juez.
La decisión del juez de la corte federal de Manhattan Lewis Kaplan da tiempo al director del documental "Crude", Joe Berlinger, y a los demandantes ecuatorianos para apelar una orden de Kaplan del 6 de mayo, que exige a Berlinger entregar las cintas.
Berlinger tenía que responder a su citación este viernes y dar a la segunda mayor petrolera de Estados Unidos cientos de horas de película no incluidas en el lanzamiento público de "Crude" en 2009.
El juez extendió ese plazo hasta el 31 de mayo.
Historia. La película cuenta el litigio y la producción de petróleo en la selva del Amazonas, y cómo las comunidades indígenas acusaron a Texaco, que fue comprada por Chevron en 2001, de dañar su salud y la selva al contaminar el río.
La demanda original fue presentada en 1993 por campesinos y residentes, conocidos como los demandantes del Lago Agrio.
La disputa produjo muchas idas y vueltas, incluidas acusaciones de sobornos en el sistema judicial ecuatoriano.
Chevron Corp, que enfrenta potenciales responsabilidades por US$27.000 millones, dice que el reclamo en su contra no tiene mérito.
Berlinger ni ha rehusado cumplir la orden ni ha caído en desacato por rechazarla. La película fue solicitada por Steven Donziger, abogado estadounidense de los demandantes ecuatorianos.
Los abogados de Berlinger argumentan que la orden del juez para entregar el material descartado en la película socava la capacidad de los directores y periodistas de cuidar las fuentes y ser un defensor de los derechos públicos.
En su orden del jueves, Kaplan escribió: "No hay evidencia de que nadie que aparezca en Crude sea una fuente confidencial, como muestran los registros, todos estaban dispuestos a aparecer en cámara".
También dijo que respeta el trabajo de los directores de documentales, que hacen conocer al público los eventos, pero que no estaba convencido de que "difundir esas tomas descartadas afecten la capacidad de Berlinger u otros directores de hacer su arte y servir a los intereses públicos".