Alentadas por el movimiento Ocuppy Wall Street, las protestas comenzaron en Nueva Zelanda, recorrieron el mundo hasta Europa y se espera que regresen a su punto de partida en Nueva York.
Roma. Manifestantes de varias partes del mundo expresaban este sábado su enojo contra banqueros y políticos a los que acusan de arruinar economías y condenar a millones de personas a afrontar severas medidas de austeridad por causa de su codicia y mala gestión de gobierno.
Alentadas por el movimiento Ocuppy Wall Street, las protestas comenzaron en Nueva Zelanda, recorrieron el mundo hasta Europa y se espera que regresen a su punto de partida en Nueva York.
La mayoría de las manifestaciones han sido pequeñas y apenas interrumpieron el tráfico. La mayor de las protestas se espera en Roma, donde los organizadores dijeron que esperan a unas 100.000 personas.
"A nivel mundial, no podemos seguir manteniendo la deuda pública que no fue creada por nosotros sino por gobiernos ladrones, bancos corruptos y especuladores a los que no les importamos un bledo", dijo Nicla Crippa, de 49 años, que vestía una camiseta diciendo "Basta" al llegar a la protesta en Roma.
"Ellos causaron esta crisis internacional y todavía se benefician de ella, deben pagarla", aseveró.
Se prevé que los manifestantes de Roma, incluidos desempleados, estudiantes y jubilados, marchen por el centro de la capital italiana, pasen por el Coliseo y terminen en la Piazza San Giovanni.
Unos 2.000 policías estaban listos para contener a los manifestantes de Roma, que se llaman a sí mismos "los indignados" y para evitar una repetición de la violencia del año pasado, cuando estudiantes que protestaban por la política educativa se enfrentaron con los efectivos.
Llamados a ocupar más sectores. Las protestas mundiales fueron en parte una respuesta a llamados de los manifestantes de Nueva York para que más gente se una a ellos. Su ejemplo ha desplegado llamados a ocupaciones similares en decenas de ciudades de Estados Unidos desde el sábado.
El viernes, estudiantes irrumpieron en las oficinas de Goldman Sachs en Milán y pintaron graffiti rojos. Otros arrojaron huevos a la sede de UniCredit, el mayor banco de Italia.
Nueva Zelanda y Australia continuaron las protestas este sábado. Varios cientos de personas marcharon por la calle principal de Auckland, la mayor ciudad de Nueva Zelanda, uniéndose a una manifestación en que 3.000 personas cantaban y tocaban tambores denunciando la codicia corporativa.
Cerca de 200 personas más se congregaron en la capital, Wellington.
"Creo que la gente quiere una democracia real", dijo Nick Carson, portavoz de OccupyMelbourne.Org, mientras unas 1.000 personas se reunían en la ciudad australiana.
"No quieren influencia corporativa sobre sus políticos. Quieren que sus políticos rindan cuentas", declaró.
Cientos marcharon en Tokio, incluyendo a manifestantes que se oponen a las políticas del país sobre la energía nuclear tras el desastre de Fukushima.
En Manila, capital de Filipinas, algunas decenas marcharon contra la embajada de Estados Unidos agitando pancartas que decían: "Abajo con el imperialismo de Estados Unidos" y "Filipinas no está en venta".
Más de 100 personas se reunieron en la bolsa de valores de Taipei cantando"somos el 99 por ciento de Taiwán", y dijeron que el crecimiento económico sólo había beneficiado a las compañías mientras los salarios de la clase media apenas cubrían la vivienda, educación y costos de salud.
Los activistas hallaron apoyo de un importante empresario, el presidente de Taiwan Semiconductor Manufacturing Corp (TSMC), Morris Chang.