"Además de tomar medidas de seguridad vigorosas, también debemos prestar atención al tratar algunas causas de profundas raíces detrás de estos problemas”, afirmó el primer ministro chino.
Pekín. Una serie de matanzas en escuelas de China tiene "profundas" raíces en las tensiones sociales del país que deben ser atendidas, dijo el primer ministro, Wen Jiabao.
Wen hizo los comentarios al canal de televisión Phoenix de Hong Kong, después de que un hombre en el noroeste de China mató el miércoles a siete jóvenes y dos adultos después de una discusión con el jardín infantil por el arriendo.
Se trata del sexto ataque desde marzo contra escolares por parte de hombres molestos y aparentemente trastornados, lo que motivó promesas oficiales de que darán un "duro golpe" al problema.
Wen afirmó a Phoenix en la noche del jueves que él se siente "extremadamente consternado" por las muertes de los niños y que el país debía observar las razones.
"Además de tomar medidas de seguridad vigorosas, también debemos prestar atención al tratar algunas causas de profundas raíces detrás de estos problemas, incluido el lidiar con algunos conflictos sociales y resolver disputas", dijo Wen al canal de televisión satelital con base en Hong Kong que transmite en China continental.
"Debemos fortalecer el papel de la mediación (de disputas) desde las bases. Eso es algo en lo que todos debemos trabajar", declaró en comentarios reportados por el sitio en internet de Phoenix (www.ifeng.com).
Los comentarios del primer ministro fueron los más directos hasta el momento de un líder de alto rango sobre los letales ataques que han planteado preocupaciones sobre el malestar social que algunos ven bajo el rápido crecimiento económico de China y la ira entre los ciudadanos comunes, especialmente los padres.
Ha habido varios ataques contra escuelas y universidades en los últimos años. En los cinco incidentes previos en escuelas desde marzo, 18 personas fueron asesinadas, sólo tres de ellas no eran niños, y más de 80 resultaron heridas.
China prohíbe que casi todos sus ciudadanos posean armas, y los atacantes usan cuchillos, machetes y, en un caso, un martillo.
Los motivos de los ataques han incluido ira reprimida por la pérdida de un empleo, fracaso de negocios, el término de relaciones y una casa nueva que funcionarios habían ordenado demoler.