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Líder de la secta chilena que quemó vivo a un bebé planeaba trasladarse a Ecuador
Sábado, Mayo 4, 2013 - 11:47

Según el testimonio de uno de sus seguidores, Ramón Castillo Gaete dijo que “me ilumino en tres meses más: el 21 de marzo de 2013, en Vilcabamba, Ecuador, así que mañana se recoge el campamento, se ponen a hacer plata y ver cómo hacemos para irnos para allá lo antes posible”.

Pablo Undurraga, miembro de la secta de Colliguay, aseguró que al bebé de dos días que fue sacrificado por ser considerado el anticristo, se le vendaron los ojos y se le ataron los pies y manos. Luego, el líder de la secta, Ramón Castillo Gaete (35 años), que se suicidó en Cusco, les ordenó viajar a Ecuador.

Así quedó en evidencia en la declaración que Undurraga realizó al fiscal Patricio Rosas. Según publicó La Tercera, el rito “contemplaba encender una hoguera, vendar los ojos y atar de manos y pies al recién nacido, para que 'Antares' –Castillo Gaete- hiciera lo que tenía pronosticado. Había lanzado al bebé al fuego”.

Tras el delito, señaló, “nunca más se volvió a conversar del tema”, aunque admitió que en los días posteriores al rito hubo episodios de violencia sexual y psicológica.

“'Antares' ordenó que Pilar (Alvarez) y Carolina (Vargas) fueran sus mujeres, situación que no agradó a Carola, pero a 'Antares' poco le importó y la amenazó de muerte (...). 'Antares' me señaló que, efectivamente, si Carola no accedía a estar con él, ella debía morir”, declaró.

Asimismo, reveló que el 21 de diciembre de 2012 era -según señalaba el líder de la secta- el día del “juicio final”, por lo que “la comunidad, por órdenes de 'Antares', se encontraba completamente sometida a los efectos alucinógenos de la ayahuasca (...) y fuma de hongos, ocurriendo lo que nadie esperaba: nada”.

Esta situación generó un “conflicto interno” en la secta. Para salvar la situación, el fallecido líder del grupo les señaló que “me ilumino en tres meses más: el 21 de marzo de 2013, en Vilcabamba, Ecuador, así que mañana se recoge el campamento, se ponen a hacer plata y ver cómo hacemos para irnos para allá lo antes posible”.

Según el relato de Undurraga, posteriormente, Castillo se reunió con su pareja, Carolina Vargas, y viajó al sur, desde donde envió un correo electrónico a los integrantes de la secta para definir cómo se encubriría el crimen.

La estrategia planificada indicaba que “un hippie anónimo había embarazado a Natalia (Guerra), la que, después de una fallida relación, había escapado dejando el bebé al cuidado de este extraño que había desaparecido”.

Lea además en La Nación.cl: Antares: fiscal dice que con suicidio no se termina investigación

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Nación.cl