Lima, que junto a El Cairo es una de las capitales más secas del mundo, recibe muy pocas lluvias cada año, y aún no soluciona los problemas de agua que afectan a millones de peruanos que viven en pobreza.
Bellavista del Paraíso Alto, Perú. Atrapar niebla conredes es la solución para la escasez del agua de las personas que vivenmás allá de las tuberías en un arenoso barrio pobre en las afueras dela capital, Lima.
Lima, que junto a El Cairo es una de las capitales más secas del mundo, recibe muy pocas lluvias cada año.
Pero la espesa capa de nieblaproveniente del Océano Pacífico cubre las montañas alrededor de laciudad ocho meses al año, mientras un ardiente sol tropical se mezclacon aguas frías de la corriente de Humboldt.
Usando redes similares a lasque se usan en el vóleibol, residentes condensan la niebla gota a gota,dentro de un sistema de canales que bajan por la montaña hacia lostanques que almacenan cientos de litros de agua para la irrigación, elbaño y cocinar.
"Agua de neblina, imagínese,"dijo el líder de la comunidad de Bellavista, Noe Neira, mientrasintroducía su mano en un tanque de ladrillo lleno hasta el borde.
"Había tanta agua en el aire y nosotros no sabíamos cómo aprovecharla", afirmó.
El presidente peruano, AlanGarcía, ganó las elecciones en parte por su promesa de dar agua amillones de peruanos que viven en pobreza. Sin embargo, el mandatarioestá cerca de finalizar su gobierno y los problemas de agua de Lima enel largo plazo son más complicados.
Lima depende casi exclusivamente de aguas de glaciares derretidos en los ríos.
Naciones Unidas, que fijó el 22de marzo como el Día Mundial del Agua, ha afirmado que el deshielocausado por el calentamiento de los Andes ha reducido en 12 por cientolos flujos a las áridas costas del país, donde viven dos tercios de lapoblación.
Eso ha forzado al Gobierno nosólo a tratar de proveer más redes de agua, sino también a ver otrasopciones, como instalar plantas de desalinización del agua de mar obombearla del río Amazonas para asegurar los futuros suministros.
Incluso después de una décadade fuerte crecimiento económico, un cuarto de los moradores de Lima yla mitad de los residentes del campo todavía no tienen acceso a usarbaños y o a beber agua limpia.
Bellavista no es diferente.Como la mayoría de los pobres de Perú, la comunidad obtiene agua decamiones cisternas que venden agua por 2 soles (0,71 dólares) elbarril, 10 veces más de lo que pagan los residentes de un vecindariorico de Lima por agua del caño.
"Como millonarios estamospagando el agua" dijo Josefina Ortiz, madre de tres hijos, mientrasesperaba por un camión cisterna fuera de su casa de madera en San Juande Miraflores, otro barrio pobre lejos de Bellavista.
"Nunca vas a progresar por el problema del agua", afirmó.
¿SOLUCION A LARGO PLAZO?
Las redes en Bellavistaconvierten la niebla en una alternativa viable para finalizar ladependencia del sobreprecio y la contaminación de las aguas de lascisternas.
"Algunas veces el aguatero noviene varios días, pero usamos el agua de las redes", dijo SandraAtusparia, quien vive en Bellavista.
"Lo único que me da cólera es que no tenemos más tanques para almacenarla", agregó.
Sin embargo, el sistema deredes en Bellavista se ha llenado de polvo de una planta de cementocercano y la estructura metálica está oxidada después de tres años deuso.
Y aunque no puede usarsedurante los veranos con poca niebla, los pobres sueñan con tener másredes para las montañas que rodean la ciudad.
"Toda esta zona no tiene agua.Pero con 50 estaciones podríamos abastecer de agua a toda la zona",dijo Abel Cruz, líder del grupo Los Peruanos sin Agua, señalando amiles de casas de madera con techos metálicos construidas en lasafueras de Lima.