Pese a toda la festividad, emergieron señales de la incomodidad dentro de la comunidad homosexual y su relación con la sociedad holandesa.
Amsterdam. Los asistentes a la marcha anual del Orgullo Gay en Amsterdam casi doblaron en número a la población local, pese a la lluvia y el actual debate sobre cuán bienvenida sigue siendo la comunidad homosexual en la sociedad holandesa.
Se estima que unos 500.000 asistentes llegaron al evento, que contaría con cerca de 80 botes navegando por el canal Prinsengracht de la ciudad. El "Europe Pride", un bote con miembros del Parlamento Europeo, inauguró la marcha.
La ciudad estaba engalanada en rosado, con sombreros, boas de plumas y camisetas de ese color, al igual que grupos de personas vestidas de forma estrafalaria, contando un bote lleno de Papás Noel y hombres vestidos con poca ropa y portando alas de ángel.
Pese a toda la festividad, emergieron señales de la incomodidad dentro de la comunidad homosexual y su relación con la sociedad holandesa. "Nos estamos convirtiendo en una parodia de ser homosexual", dijo a Reuters Television Hans Bruggeman, un ex concejal de 83 años de la ciudad de Amsterdam y miembro del Parlamento holandés, en vísperas de la marcha. "Por lo tanto, me quedo en casa y no me uniré a ellos", declaró.
Bruggeman, vistiendo una camisa de manga corta y suspensores, mostró un particular desdén por el tenor nudista de la manifestación. "Cuando me una a la fiesta, iré vestido como estoy ahora, y no en una cosa mínima", indicó.
Bruggeman tocó un tema que ha pasado de una controversia a un asunto de seguridad para la comunidad gay en Amsterdam: el mostrar la homosexualidad abiertamente en público.
La edición local de la revista Time Out publicó en su número más reciente un artículo en donde preguntaba si Amsterdam se ha convertido en un lugar inseguro para los gays.
Hace casi 200 años, la ciudad se convirtió en uno de los primeros lugares del mundo en descriminalizar explícitamente la homosexualidad.
A fines del mes pasado, parlamentarios pidieron una investigación sobre reportes indicando que inmigrantes homosexuales fueron obligados a ocultar su sexualidad para el beneficio de compañeros musulmanes en cursos de integración patrocinados por el Gobierno.
En medio de las tensiones, el nuevo alcalde de Amsterdam, Eberhard van der Laan, entregó su sólido apoyo a la comunidad homosexual esta semana.
En una entrevista con un periódico local gratuito, dijo que era un partidario "bastante fanático" de enseñar sobre homosexualidad -y su aceptación- en las escuelas primarias.