En los últimos meses hubo varias filtraciones de documentos secretos del Vaticano, entre otros sobre un supuesto complot para asesinar al papa y sobre las finanzas del banco de la Santa Sede, el Instituto para las Obras Religiosas.
Ciudad del Vaticano. Andina. El Vaticano confirmó que ha presentado una denuncia formal contra el mayordomo del papa, Paolo Gabriele, quien es sospechoso de filtrar a la prensa documentos secretos de la Santa Sede.
El caso está a cargo del juez de instrucción Piero Antonio Bonnet, anunció el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi. Con ello, confirmó por primera vez de forma oficial que el detenido por el escándalo conocido como "Vatileaks" es Gabriele, señaló DPA.
Por el momento Gabriele permanecerá en prisión preventiva, según Lombardi. Como el empleado vive en el Vaticano, es la justicia del Estado Pontificio la encargada de juzgarlo.
Las investigaciones llevarán su tiempo, advirtió Lombardi, porque además del tema "Vatileaks" hay otras cuestiones que deben ser analizadas. El portavoz no dio más detalles.
Gabriele recibirá todas las garantías que otorga la justicia vaticana, subrayó. "El acusado ha nombrado dos abogados de su confianza y ha tenido oportunidad de reunirse con ellos", explicó Lombardi.
En los últimos meses hubo varias filtraciones de documentos secretos del Vaticano, entre otros sobre un supuesto complot para asesinar al papa y sobre las finanzas del banco de la Santa Sede, el Instituto para las Obras Religiosas (IOR).
"En el Vaticano todos lo conocen. Ciertamente hay estupor y dolor y gran afecto hacia su familia, que es muy querida. El deseo hacia la familia es que pueda superar esta prueba", dijo el portavoz vaticano, quien advirtió de que no hay que pensar en cerrar este caso en un plazo breve de tiempo.
La declaración de Lombardi llega después de que el viernes pasado el Vaticano informara de la detención de una persona el jueves pasado, identificada luego como mayordomo de Benedicto XVI (sin dar su nombre), después de que la Gendarmería encontrara documentos reservados en su vivienda y le situara como sospechoso de la filtración a los medios.
De confirmarse la acusación de la filtración y ser juzgado, el mayordomo puede ser condenado hasta con 30 años de cárcel por violación de la correspondencia de un jefe de Estado, como es el papa, equivalente a un atentado contra la seguridad del estado.