La peruana Jenny de la Torre fundó en Berlín un centro médico de atención para indigentes. La llamada “doctora de los pobres“ recibió por su labor el prestigioso Premio 2015 de la Asociación de Fundaciones Alemanas.
“Se ocupa de aquellas personas a las que muchos de nosotros preferiríamos evitar dando un gran rodeo“, dijo el presidente de la Asociación de Fundaciones Alemanas Michael Göring, al justificar la elección de Jenny de la Torre como portadora del galardón 2015. La distinción que otorga la mayor asociación a nivel europeo, techo de 4.000 fundaciones que cuentan con un patrimonio conjunto estimado en unos 75.000 millones de euros, fue entregado en el marco de su congreso anual celebrado en la ciudad de Karlsruhe, en el sur de Alemania. El premio consiste en una estela de cristal y no tiene dotación en metálico.
“Que hayan puesto sus ojos en nuestra fundación significa poner en el centro a una organización que se ocupa de los más pobres. Los indigentes son las personas más desfavorecidas en una sociedad como la alemana y eso significa un respaldo muy importante para nuestro trabajo“, señaló la médica peruana en conversación con DW.
Sueño de infancia. Originaria de Nasca, Perú, Jenny de la Torre, llegó a Alemania en 1974 con una beca para estudiar medicina en la antigua República Democrática Alemana (RDA). Desde niña se vio confrontada con la pobreza y su sueño era abrir un consultorio para atender a gente pobre en su país. Sin embargo las dificultades para ejercer medicina, con un largo proceso para revalidar sus estudios realizados en Alemania, la obligaron a volver al país europeo. Después de trabajar en distintas clínicas de gran renombre como el hospital Charité de Berlín, creó su propia fundación en 2002. Cuatro años más tarde abrió un centro médico de atención para personas sin hogar en el corazón de la capital alemana.
“Hay muchos prejuicios sociales. Mucha gente piensa que los indigentes son responsables de la situación en la que viven, que quieren vivir así. Hay que romper con esa visión porque nadie quiere vivir en la calle“, afirma de la Torre. La doctora reprueba que se juzgue a esas personas por andar mal vestidas o llevar una botella en la mano, sin saber cómo han llegado a esa situación. "El detonante puede ser desde un problema de salud, económico o familiar, hasta una tragedia, un accidente. La gente se deprime, se refugia en el alcohol, pierde el empleo y se queda sin vivenda".
Aunque no hay cifras concluyentes, se estima que tan sólo en Berlín 11.000 personas no tienen hogar, entre 2.000 y 4.000 viven en la calle. El centro médico que dirige de la Torre recibe entre 50 y 80 personas diariamente. Entre ellas inmigrantes, refugiados y personas en dificultades que no cuentan con seguro médico y no pueden pagarse medicamentos. Allí reciben atención médica, son atendidos por un dentista, un oculista, reciben asesoría jurídica y social, y se les proporciona ropa y comida caliente.
La tragedia de los inmigrantes. Jenny de la Torre ha recibido numerosos galardones, pero el de la Asociación de Fundaciones Alemanas, uno de los mayores reconocimientos europeos, honra el trabajo de la médica peruana como ejemplo en la promoción de salud, de calor humano y de confianza. Este año el congreso en Karlsruhe dedica sus debates al drama humanitario protagonizado por inmigrantes que intentan llegar a Europa en busca de un mejor futuro. “El mundo es uno sólo y cuando ocurre algo en un lugar repercute en otras regiones. El no verlo así es como si un médico para curar a un paciente se centrara sólo en el dolor de la rodilla, del dedo o del estómago sin ver al ser humano en su conjunto“, dice.
Jenny de la Torre advierte que el Estado tiene una responsabilidad pero cada uno de nosotros también. “Tenemos la responsabilidad de construir una sociedad incluyente, en donde todos se sientan parte de ella“.