En Oaxaca, donde tienen más fuerza, los maestros decidieron el sábado por la noche que se movilizarán por todo el estado, con mayoría de población indígena, con el fin de obstaculizar las votaciones, en las que será renovada la Cámara de Diputados de 500 escaños.
Oaxaca. Los mexicanos votaban el domingo en una de las más grandes elecciones intermedias, enturbiadas por protestas derivadas de la desaparición de 43 estudiantes y bajo la amenaza de la delincuencia organizada en vastas zonas del país.
En empobrecidos estados del sur como Guerrero, Oaxaca, Michoacán y Chiapas, grupos radicales tomaron la bandera del caso de los estudiantes, supuestamente masacrados el año pasado por un cártel del narcotráfico, y planeaban impedir las elecciones reclamando, además, que el Gobierno cese su plan de ir ejecutando varias reformas estructurales.
Estos grupos están liderados por sindicatos que nuclean a decenas de miles de maestros disidentes que quieren principalmente que la administración del presidente, Enrique Peña Nieto, cancele una reforma educativa que los está sometiendo a evaluaciones.
En Oaxaca, donde tienen más fuerza, los maestros decidieron el sábado por la noche que se movilizarán por todo el estado, con mayoría de población indígena, con el fin de obstaculizar las votaciones, en las que será renovada la Cámara de Diputados de 500 escaños.
Además, serán elegidos gobernadores en nueve estados del país y más de 1,200 cargos estatales y municipales.
"Ni con sus miles de militares nos va a parar. No queremos que haya elección hasta que se garanticen todas nuestras demandas que no son capricho, sino un derecho", dijo la maestra Mariela Nabor, de 43 años, integrante de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), durante un mitin en la plaza principal de Oaxaca que era vigilado por helicópteros de fuerzas federales que sobrevolaban la ciudad.
El Gobierno desplegó entre el viernes y el sábado unos 40,000 militares, marinos y policías federales en Oaxaca, Guerrero, Michoacán y Chiapas para tratar de poner orden tras una semana de ataques a partidos políticos y sedes del Instituto Nacional Electoral (INE) que incluyeron la quema de boletas electorales.
El INE tenía previsto instalar 149,000 casillas de votación en todo el país para los comicios, en los que están habilitados para sufragar 83.5 millones de ciudadanos, pero no estaba claro si lograrían colocarlas todas en las regiones más conflictivas.
Los resultados comenzarán a conocerse después de las 22.00 hora local (0300 GMT).