México llega al Día Internacional de la Juventud en medio del resurgimiento de una movilización estudiantil con el reto de aprovechar el talento de los más de 29 millones de jóvenes de entre 15 y 29 años, que a gritos desde diferentes trincheras demandan oportunidades.
Excelsior.com.mx. Este domingo, es un recordatorio de que a México se le está agotando el tiempo para aprovechar el potencial de sus jóvenes.
México llega al Día Internacional de la Juventud en medio del resurgimiento de una movilización estudiantil con el reto de aprovechar el talento de los 29.707.000 jóvenes de entre 15 y 29 años, que a gritos desde diferentes trincheras demandan ya oportunidades.
En otro lado se encuentran los jóvenes políticos que alcanzaron un puesto de toma de decisión en el Congreso. Hay millones más, que de una u otra están participando.
Momento decisivo. “Esta sociedad mexicana está en un buen momento para recuperar a sus jóvenes y también en un buen momento para tirarlos por la borda. Es una momento estratégico para el país, lo que no hagamos con estas generaciones nos lo va cobrar la vida en las próximas”, advierte José Antonio Pérez Islas, investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
El reto para el próximo gobierno es ofrecerles opciones de educación y empleo que es donde hoy se teje el drama de la juventud en México: 56% de los adolescentes de 15 a 19 años asisten a la escuela pero cuando tienen entre 25 y 29 la cifra se desploma hasta 6,1%.
Aunque tener una carrera, tampoco garantiza a los egresados un trabajo decente ni bien remunerado.
Tan es así que 56% de los profesionistas desempleados en este país son, precisamente, jóvenes, insiste el académico.
“Qué vamos a hacer con ese millón 200 mil jóvenes que se siguen incorporando, que en general es una población más escolarizada que las generaciones anteriores y que su encuentro con el mercado de trabajo es frustrante”, cuestiona.
Mientras no haya reforma laboral que les permita acceder a empleos flexibles, lejos del mercado informal, las oportunidades siempre se quedarán cortas, reconoce Miguel Ángel Carreón, director del Instituto Mexicano de la Juventud (IMJUVE).
“Estamos en los últimos años de ese famoso bono demográfico, la mayor parte ya la desaprovechamos, y empezará a dejar de ser relevante, así que la decisión que tomen las instituciones, los gobiernos, la sociedad en general en este momento es una cuestión que deberemos de pagar o cobrar en los próximos años”, insiste José Antonio Pérez Islas, de la UNAM.
México es aún un país de jóvenes con una edad promedio de 26 años, lo que le abre una oportunidad demográfica: todavía hay más personas productivas que niños y ancianos.
“Es un tema que se tiene que aprovechar, el próximo gobierno tendrá que establecer como prioridad una agenda de juventud pero no aislada sino una política de Estado”, afirma Miguel Ángel Carreón, director del IMJUVE.
Para 2016, las proyecciones del Consejo Nacional de Población (Conapo), indican que el crecimiento anual de la población joven será por primera vez negativo y su monto irá disminuyendo hasta alcanzar los 21,2 millones de jóvenes en 2050 cuando México será un país de viejos.
“En el próximo sexenio habrá que establecer una nueva perspectiva generacional, así como lo han logrado las mujeres que han instaurado con mucho ahínco la perspectiva de género, cada programa debe tener una perspectiva generacional, el tema educativo, del empleo, de la salud, el cultural que tienen una ausencia de este enfoque, y que es un reclamo que habría que establecer centralmente para cualquier gobierno que quiera llegar a funcionar”, coincide Pérez Islas.
De acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), de 1990 a 2010 el número de jóvenes aumentó de 23,9 millones a 29,7, por encima de la población total de países como Chile, Cuba, Uruguay, y similar a la de Venezuela y Perú.
Y si a ellos se suman los potenciales jóvenes, es decir, los 32 millones 516 mil de entre 0 y 14 años resulta que más de la mitad de los mexicanos tienen menos de 29 años.
Más vivos que nunca. El director del IMJUVE, Miguel Ángel Carreón está convencido de que este año ha quedado claro que los jóvenes en México no son para nada, apáticos.
“Antes se pensaba que la juventud era apática, pero se demostró a través de diversas participaciones, de diversos levantamientos de voces que no es así, vimos con la participación del 62% de los jóvenes en las últimas elecciones que no es de ninguna manera una juventud indiferente, que es una juventud que quiere levantar la voz y que levanta la voz pidiendo más oportunidades y que tenemos que ofrecerles alternativas”, dice el experto.
Para el investigador de la UNAM, José Antonio Pérez Islas, el mosaico es, sin embargo, muy contradictorio porque muestra, sí, a actores juveniles que tienen espacios y que están participando, pero por otro lado a instituciones y personajes que todavía no entienden que ésta es una apuesta no sólo para los jóvenes sino para todo un país.
Lesiones y suicidios aniquilan a varones. Por cada 100 jóvenes mujeres que mueren en el país, 328 hombres jóvenes fallecen al año. La sobremortalidad juvenil masculina, se asocia sobre todo, a muertes violentas.
De acuerdo con el INEGI, las tres principales causas de muerte en los varones son provocadas por agresiones, accidentes de transporte y lesiones autoinfringidas intencionalmente.
En 2010, 12,2% de las defunciones totales en el país fueron catalogadas como violentas, es decir, las que abarcan, según la Organización Panamericana de la Salud, desde accidentes, suicidios, homicidios, lesiones por intervención legal y de guerra hasta las que se ignora si fueron accidentales o intencionalmente infringidas.
Y una de cada tres, ocurrió en la población de 15 a 29 años de edad: 86% en los hombres jóvenes.
De las defunciones violentas ocurridas entre los jóvenes, 43,6% ocurren por homicidio y la mayor parte de éstas, (74,6%) se comete con armas de fuego.
La principal preocupación de los jóvenes es la inseguridad, según la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública 2011.
Dicha encuesta revela que 26,9% de los jóvenes ha sido ya víctimas de un delito.
En contraste, casi la mitad de los 156.401 procesados por un delito y sentenciados en 2010 son jóvenes de entre 18 y 29 años de edad y nueve de cada diez, otra vez, hombres.
Los principales delitos cometidos por los jóvenes sentenciados en los juzgados del fuero común son robo, golpes y lesiones, homicidios y daños a propiedad ajena.
Mientras los que recibieron sentencia en el juzgado del fuego federal fueron por narcóticos, actos ilícitos con armas y tráfico de indocumentados.
Marcan tendencia:
- Para la promoción del voto y para participar como funcionarios de casilla, el IFE eligió a la población juvenil.
- De cada 15 spots del IFE para acudir a las urnas, siete estuvieron protagonizados por personas jóvenes.
- Autoridades electorales utilizan la red como medio con gente de menos de 30 años.
- El PT, el PVEM y Movimiento Ciudadano carecieron de una campaña específica a este rubro de la población.
- El bono demográfico es el fenómeno en el que la población activa (jóvenes y adultos) es mayor a la dependiente (niños y ancianos) tal es el caso de nuestro país, actualmente.