Unicef denuncia que Paraguay carece de una ley específica que haga referencia a la protección contra la violencia hacia los niños.
Unos 50.000 menores llevan tres meses fuera de sus hogares y viviendo en asentamientos precarios en el Gran Asunción debido a las inundaciones, y atravesando una situación que refleja el desamparo de gran parte de la infancia de Paraguay, que este sábado conmemora el Día del Niño.
Los niños afectados en el área metropolitana son parte de la marea humana de unos 80.000 paraguayos desplazados por la crecida del río Paraguay, que inundó especialmente los cauces sobre los que se asientan los barrios más pobres de Asunción, conocidos como Bañados.
Obligados a vivir hacinados en más de un centenar de campamentos donde han construido viviendas de madera y chapa facilitadas por el Gobierno, los niños se enfrentan al problema de adaptarse a una realidad lejos del tejido social que produce el vecindario y el sistema educativo.
Debido a que muchas escuelas de las barriadas inundadas han cerrado al quedar bajo el agua, muchos niños han interrumpido sus cursos o, en el mejor de los casos, continuado las clases gracias a las carpas escolares improvisadas en los campamentos.
La sección paraguaya de Plan Internacional, organización dedicada a la defensa de la infancia, alarma de que esa exclusión fomenta el riesgo de que los niños desplazados sufran abusos sexuales, maltratos y se aboquen a un empobrecimiento de por vida, males que afectan a gran parte de la infancia del país.
"La situación de los niños en los campamentos nos permite visualizar la problemática de la infancia en el país. Al darse esta situación lo que se nota son las brechas que tiene el Estado para proteger los derechos de los niños paraguayos", dijo a Efe Nestor Vera, de Plan Paraguay,
Según un informe de Unicef, el año pasado 43 de cada 100 menores paraguayos vivían en situación de pobreza.
Y del total de 2.385.240 menores de 18 años, 1.032.475 estaban castigados por la pobreza, de las cuales 607.949 (casi el 60%) están en situación de pobreza extrema.
El informe también se centra en la violencia contra niños, niñas y adolescentes, revelando que el 61% de los menores sufrían maltrato físico y psicológico, dándose el mayor porcentaje en la franja por debajo de los cinco años.
Unicef denuncia además que Paraguay carece de una ley específica que haga referencia a la protección contra la violencia hacia los niños, y cuya aprobación fue considerada necesaria por el director de gabinete de la Secretaria Nacional de la Niñez y Adolescencia, Ricardo González.
"La mayoría de los actos violentos contra la niñez se producen en el ámbito familiar. Si educamos a los niños con actos violentos vamos a educar niños violentos. El proyecto de ley, que está en tramite, debe estar acompañado de acciones concretas y de prevención desde nuestra Secretaria y desde la Defensoría del Pueblo", dijo.
González añadió que cada año se recibe un promedio de 5.000 llamadas a los centros de atención denunciando vulneraciones de los derechos a menores, de las cuales el 30% guardan relación con hechos violentos contra la niñez.
En un extremo se sitúan los casos de abusos sexuales, que González admitió no están cuantificados por su departamento.
De acuerdo con el estudio de Unicef, el aumento de denuncias por abuso sexual en niños y adolescentes se triplicó de 788 en 2005 a 2.298 en 2010.
Unicef considera que las denuncias han crecido gracias a la concienciación de la sociedad, algo compartido por Teresa Martínez, fiscal de la Unidad Especializada de Trata de Personas.
"Han aumentado las condenas porque las denuncias son más frecuentes. Esos delitos antes se mantenían ocultos porque ocurren en el ámbito intrafamiliar, pero hoy día son más las denuncias y provienen de los colegios y de los propios médicos", dijo a Efe Martínez.
Paraguay instauró el Día del Niño en homenaje de los 3.500 niños que murieron el 16 de agosto de 1869 en la batalla de Acosta Ñu, en el departamento de Cordillera, peleando junto a los adultos contra el Ejército de Brasil, que aliado con Argentina y Uruguay masacró a la nación guaraní en la guerra de la Triple Alianza.
Para algunas organizaciones defensoras de la infancia, el mejor homenaje a esos niños sería aplicar con urgencia políticas destinadas a suplir las carencias en esas áreas y en otras como educación, salud y nutrición, y así garantizar los derechos de quienes serán los futuros adultos paraguayos.