El Vaticano explicó en un comunicado que será el arzobispo de Malta, Charles J. Scicluna, quien "se desplace a Santiago de Chile para escuchar a quienes han manifestado la voluntad de dar a conocer elementos que poseen".
Ciudad del Vaticano. El papa Francisco ha decidido enviar a un obispo a Chile para escuchar "a quienes han manifestado la voluntad de dar a conocer elementos que poseen" sobre "el caso de (el obispo chileno) Juan de la Cruz Barros Madrid", informó este martes la Santa Sede de la Iglesia Católica en El Vaticano.
Juan Barros Madrid, nombrado obispo en marzo de 2015 por el papa Francisco, ha sido señalado en Chile por encubrir los casos de abusos sexuales cometidos por Fernando Karadima cuando éste era párroco de la iglesia de El Bosque.
El Vaticano explicó en un comunicado que será el arzobispo de Malta y presidente del Colegio para el examen de los recursos (en materia de delicta graviora) en la Sesión Ordinaria de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Charles J. Scicluna, quien "se desplace a Santiago de Chile para escuchar a quienes han manifestado la voluntad de dar a conocer elementos que poseen".
Durante su reciente gira por Chile, el papa Francisco defendió al obispo Barros y aseguró que las acusaciones de que encubrió de los abusos sexuales contra menores cometidos por el sacerdote Fernando Karadima "son calumnias".
El comentario del Sumo Pontífice, generó que las víctimas de Karadima rechazaran sus dichos: “Hoy el Papa llama calumnias a nuestras afirmaciones de encubrimiento. Esto es grave y no podemos aceptarlo (…) Él sabía de los abusos, pese a ello nunca denunció”, dijo en esa ocasión Juan Andrés Murillo.
Sin embargo, unos días despues, en un acto de autocrítica extremadamente inusual, Francisco pidió disculpas a las víctimas que han sufrido abuso sexual de sacerdotes, reconociendo que había "herido a tantos" con comentarios en los que defendió al obispo chileno.
"Les pido perdón a ellos si los herí sin darme cuenta, fue una herida sin querer", dijo a periodistas el Papa, inusualmente contrito, sobre quienes han sufrido abusos.
Añadió que el haber usado la palabra "prueba", había sido un error. "La palabra prueba ha herido a tantos abusados, 'yo tengo ahora que ir a buscar un certificado sobre esto' (…) Sé cuánto sufren y sentir que el Papa les dice en su cara: 'tráiganme una carta' es una cachetada. Y ahora me doy cuenta que mi expresión no fue feliz", dijo.
A Barros se le acusa de proteger a su antiguo mentor, el sacerdote Fernando Karadima, quien en 2011 fue hallado culpable en una investigación del Vaticano de abusar de adolescentes durante muchos años. Karadima niega las acusaciones y Barros dijo que no estaba al tanto de ninguna conducta impropia.