El religioso pidió por la paz en Colombia y llamó a una mayor participación en el día de oración para las víctimas de la violencia que se realizará el próximo viernes. "Basta de violencia en Colombia", declaró.
Ciudad del Vaticano. El Papa Benedicto XVI inició las celebraciones por Semana Santa y advirtió a los fieles congregados en el Vaticano con motivo del Domingo de Ramos que el hombre pagará el precio de su orgullo si cree que la tecnología puede darle los poderes de Dios.
Pero eso no fue todo, tras la misa, el religioso pidió por la paz en Colombia y llamó a una mayor participación en el día de oración para las víctimas de la violencia que se realizará el viernes. "Basta de violencia en Colombia", declaró el pontífice.
Bajo un espléndido sol romano, el Papa alemán presidió una colorida celebración en la que decenas de miles de personas ondearon palmas y ramas de olivo para conmemorar la entrada de Jesús en Jerusalén la semana antes de ser crucificado.
El pontífice, que cumplió 84 años el sábado, urdió su sermón alrededor del tema de la relación del hombre con Dios y cómo puede verse a veces amenazada por la tecnología.
"Desde el inicio, y esto es ahora tan cierto como siempre, a hombres y mujeres les han llenado el deseo de 'ser como Dios', de alcanzar la talla de Dios por sus propias facultades", declaró, luciendo resplandecientes vestiduras rojas y doradas.
"La humanidad ha logrado muchas cosas: ¡podemos volar! Podemos ver, oír y hablar entre nosotros desde los extremos más alejados de la Tierra. Y aún así la fuerza de la gravedad que nos atrae hacia abajo es poderosa", declaró.
Aunque los grandes avances de la tecnología han mejorado la vida del hombre, dijo el Papa, también han incrementado las posibilidades del mal, y los recientes desastres naturales son un recuerdo apenas necesario de que la humanidad no es todopoderosa.
Si el hombre quiere una relación con Dios primero tiene que "abandonar el orgullo de querer convertirse en Dios", dijo Benedicto XVI, que celebraba su sexta Semana Santa como líder de los 1.200 católicos del mundo.
El Domingo de Ramos, una fiesta que se celebra el domingo anterior a la Pascua, se conmemora en todo el mundo cristiano para recordar la entrada de Jesús a Jerusalén a lomos de un burro, un símbolo de paz en el mundo antiguo.
En la ceremonia se recordaron cantando todos los acontecimientos de la vida de Jesús entre el Domingo de Ramos y el de Resurrección.
La Via Della Conciliazione, la amplia avenida que lleva al Vaticano, estaba engalanada con olivos y estatuas de bronce que representan las "estaciones de la cruz", o los últimos acontecimientos de la vida de Jesús.
Para el Papa y los cristianos de todo el mundo, marca el inicio de la Semana Santa.
El Jueves Santo, Benedicto XVI presidirá dos servicios tradicionales en el Vaticano, y en uno de ellos lavará y besará los pies de doce hombres en un gesto de humildad hacia sus apóstoles la noche antes de morir.
El Viernes Santo presidirá la misa en el Vaticano y luego dirigirá el tradicional Via Crucis, o Camino de la Cruz, alrededor de las ruinas del antiguo Coliseo de Roma.
Los oficios de Semana Santa en el Vaticano culminan en el Domingo de Resurrección, el día más importante en el calendario litúrgico, cuando el Papa ofrece sus bendiciones y mensajes "Urbi et Orbi", que realiza dos veces al año.