Esto según un informe presentado este martes por El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia y la Secretaría Nacional de la Niñez y la Adolescencia.
De los 2.400.000 niños paraguayos que viven en zonas urbanas, más de 450.000 viven en la pobreza, según un informe presentado este martes por El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia y la Secretaría Nacional de la Niñez y la Adolescencia.
“La situación de pobreza de la población infantil urbana, ha mostrado en los últimos 12 años una tendencia ascendente aunque entre 2008 y 2010 ha experimentado un leve descenso para posicionarse ese último año en torno a un 34%”, dictó el documento.
De los niños que viven en zonas urbanas, el 19,4% se ve involucrado en distintas formas de trabajo infantil incluyendo “niños de la calle” y aquellos llamados “carriteros”.
Estos niños están “expuestos a los peligros del tránsito vehicular, la violencia y las enfermedades e infecciones de toda índole, dado que hurgan la basura doméstica sin ningún tipo de protección”, detalló el informe.
Por otro lado, la desnutrición crónica afecta al 17,5% de los niños menores de cinco años en Paraguay, cifra que aumenta a 21,4% en áreas rurales y siendo de 14,2% en áreas urbanas.
A pesar de que las tasas de mortalidad infantil han disminuido en los últimos 20 años, en zonas urbanas estas cifras se mantienen altas, precisamente en los lugares de mayor concentración de personas y familias que viven en pobreza extrema, como en los asentamientos.
“Las situaciones de hacinamiento e insalubridad son propicias para la propagación de enfermedades y, al mismo tiempo, los niveles de inmunización infantil siguen siendo muy inferiores en los asentamientos urbanos precarios”, manifestó el informe.
Por el fenómeno de migración hacia Asunción y Gran Asunción, las familias más pobres se concentran en barrios marginales, particularmente en zonas bajas y bañados de la capital.
Muchas de estas familias habitan “viviendas precarias, sufren subempleo o informalidad laboral, carecen de servicios básicos y ocupan los niveles más bajos en sus condiciones de salud y educación”, explicó el texto.
Un estudio realizado por la Unicef en el 2010 revela que el 61% de los niños sufren algún tipo de violencia familiar, de los cuales el 35% involucra violencia física grave.
En las zonas urbanas estos datos se elevan a 63,5% y 35,6%, respectivamente, superando al 57% y 34,5% en zonas rurales.
“La concentración de la población en los núcleos urbanos trae aparejada la elevación de los índices de violencia, consumo y tráfico de drogas, delitos cometidos, entre otros, por la población infantil y adolescente, instrumentada en la mayoría de los casos por adultos que se aprovechan de su condición de vulnerabilidad”, detalló el informe.
El documento citó como ejemplo que la mayor parte de los 151 adolescentes del Centro Educativo Itaguá provienen de zonas bajas de Asunción y Gran Asunción.
En el informe se relatan también sugerencias para paliar las cifras mencionadas, que incluyen “comprender el alcance y la naturaleza de la pobreza y exclusión en zonas urbanas” y de “favorecer el acceso a servicios a través de políticas públicas”, entre otros.
El documento completo puede ser descargado de la página web: unicef.org/paraguay.