Entre las restricciones impuestas en el país se elevó a cinco desde dos horas el toque de queda, además de reducir la capacidad en el aforo del público en los centros comerciales, bancos y restaurantes. Las medidas quieren detener la creciente ola de contagios.
Perú, que tiene una de las peores tasas de mortalidad en el mundo respecto al número de sus habitantes, elevó el nivel de alerta sanitaria en varias ciudades del país y endureció algunas restricciones debido a la tercera ola de la pandemia gatillada por la variante ómicron.
El ministro de Salud, Hernando Cevallos, dijo que unas 24 provincias, incluyendo Lima, pasaron de nivel moderado a alto tras el aumento de al menos un 25% en promedio de los contagios diarios en la última semana frente a la anterior.
Entre las restricciones se elevó a cinco desde dos horas el toque de queda, además de reducir la capacidad en el aforo del público en los centros comerciales, bancos y restaurantes, refirió.
"Estamos en un nivel de contagios que se viene dando de manera acelerada y rápida", afirmó Cevallos en una conferencia de prensa. El ministro dijo que en Lima, con casi un tercio de la población del país, "el ómicron es la predominante", con la mitad de los contagios causados por la nueva variante.
Cevallos manifestó sin embargo que pese al salto de contagios el número de fallecidos por la enfermedad ha crecido de forma moderada a nivel nacional, y que en su mayoría se trataron de personas que no habían sido vacunadas.
Perú ha vacunado con dos dosis contra el COVID-19 a poco más de 80% de su población objetivo. Hasta este martes, los casos de coronavirus sumaban 2,3 millones en el país y los fallecidos ascendían a 202.867, según datos del Ministerio de Salud.