La más reciente ola de violencia elevó algunas dudas sobre si la ciudad es suficientemente segura para recibir la Copa Mundial de fútbol del 2014 y las Olimpiadas del 2016, incluso aunque las autoridades deportivas señalaron que confían en las medidas de seguridad del gobierno.
Río de Janeiro. La policía ubicó vehículos blindados al borde de una favela de Río de Janeiro al anochecer de este sábado, preparándose para una posible ofensiva para expulsar a los narcotraficantes detrás de una ola de violencia urbana que ha dejado al menos 46 personas muertas.
Un cordón de más de 1.000 policías y oficiales del Ejército rodearon la favela Alemao en un esfuerzo inusualmente determinado de las fuerzas de seguridad para tomar control del territorio, controlado por mucho tiempo por pandillas de narcotraficantes.
La policía dijo anteriormente este sábado que las supuestas pandillas de narcotraficantes debían entregarse mientras tuviesen oportunidad. A medida que caía la noche, los vehículos blindados se ubicaban dentro de los límites de la favela.
"No existe la más mínima posibilidad de que los traficantes puedan ganar esta guerra en Alemao", dijo el jefe de la policía militar Sergio Duarte a la prensa, refiriéndose a la rodeada favela.
Las autoridades anunciaron la batalla como parte de un esfuerzo mayor por pacificar la ciudad antes de los Juegos Olímpicos del 2016. Las pandillas de traficantes han resistido incendiando cerca de 100 autos y autobuses, además de disparando a la policía con armas automáticas.
"Estamos en posición para invadir Alemao en cualquier momento. Es mejor que se rindan ahora y entreguen sus armas mientras aún hay tiempo, porque cuando invadamos, será más difícil", dijo Duarte anteriormente este sábado.
La policía ubicó un camión de seguridad en una calle al borde de la favela para que se entregasen los narcotraficantes que se rindiesen. La policía dijo que había capturado al menos a 15 personas que intentaron romper el cordón, incluidos dos sospechosos de ser líderes de las bandas criminales.
Los supuestos traficantes huyeron a Alemao desde la favela Vila Cruzeiro luego de que la policía la invadiera a inicios de semana y asumiera el control.
La prensa local dice que desde entonces los oficiales han encontrado armas y granadas en el lugar, además de una máquina cuenta-billetes del lucrativo comercio ilegal de los traficantes.
Gran cantidad de personas pobres viven en las laderas de la creciente Río de Janeiro, lo que dificulta la persecución de las bandas por parte de la policía. Muchos residentes inocentes han muerto a través de los años en el fuego cruzado de enfrentamientos entre narcotraficantes y la policía.
Una niña de 14 años murió víctima de una bala perdida durante la invasión a Vila Cruzeiro.
Medios locales dijeron que algunos residentes de las favelas han colgado banderas blancas fuera de sus casas debido al miedo.
La policía ahora revisa a los vehículos y transeúntes que ingresan a Alemao. Pandilleros al interior de la barriada abrieron fuego contra las fuerzas de seguridad para intentar hacerlas replegarse, hiriendo a 10 personas este viernes y sábado.
La más reciente ola de violencia elevó algunas dudas sobre si la ciudad es suficientemente segura para recibir la Copa Mundial de fútbol del 2014 y las Olimpiadas del 2016, incluso aunque las autoridades deportivas señalaron que confían en las medidas de seguridad del gobierno.