Una investigación europea, publicada este martes y realizada en Gran Bretaña, Irlanda, Francia, Alemania y Holanda, reveló que una cantidad importante de fumadores también decidió prohibir el tabaco en sus propios hogares.
Londres. Las prohibiciones a fumar en oficinas, restaurantes y otros lugares públicos no llevan a los fumadores a encender más cigarrillos en casa, sino que de hecho los impulsan a aplicar restricciones extra sobre el hábito, según un estudio europeo.
La investigación, publicada este martes y realizada en Gran Bretaña, Irlanda, Francia, Alemania y Holanda, reveló que una cantidad importante de fumadores también decidió prohibir el tabaco en sus propios hogares luego de que se introdujeran las leyes públicas nacionales "libres de humo".
Algunos oponentes a las restricciones al cigarrillo en lugares de trabajo y públicos argumentaban que las leyes antitabáquicas llevarían a un desplazamiento del hábito a las casas de los fumadores, lo que podría aumentar la exposición de los no fumadores -sobre todo los niños- al humo de segunda mano.
Pero Ute Mons, del Centro de Investigación Alemán del Cáncer y la Unidad de Prevención del Cáncer del Centro para el Control del Tabaco en Heidelberg -colaborador de la Organización Mundial de la Salud (OMS)- y cuyo trabajo fue publicado en la revista Tobacco Control, dijo que sus hallazgos sugerían lo contrario.
"Nuestros hallazgos demuestran que la legislación libre de humo estimularía a los fumadores a establecer prohibiciones totales al cigarrillo en sus hogares", escribió la experta en el estudio.
El tabaquismo produce cáncer pulmonar, que suele ser letal, y otras enfermedades respiratorias crónicas. También es uno de los principales factores de enfermedad cardiovascular, responsable de la mayor cantidad de muertes en el mundo.
La OMS advirtió el 2011 que el tabaco causaría la muerte de casi 6 millones de personas en el 2012, incluidos 600.000 no fumadores expuestos al humo de segunda mano. Se teme que la tasa anual de muertes aumente a 8 millones para el 2030.
El estudio publicado el martes se basó en dos sondeos realizados en el 2003/4 y en el 2008/9 a más de 4.600 fumadores de los cuatro países con legislación antitabáquica, además de 1.080 fumadores de Gran Bretaña que sirvió como comparación en un momento en que no contaba con normas libres de humo.
Antes de que las leyes entraran en vigencia, la mayoría de los fumadores tenía al menos restricciones parciales al cigarrillo en casa, aunque las proporciones variaban mucho entre los cuatro países, con los niveles más altos de limitación hogareña en Alemania y Francia, hallaron los investigadores.
Pero luego de que la legislación libre de humo entrara en vigencia, el porcentaje de fumadores que prohibían fumar en el hogar trepó un 25% en Irlanda, un 17% en Francia, un 38% en Alemania y un 28% en Holanda, mostró el estudio.
Las prohibiciones hogareñas al cigarrillo solieron adoptarse más cuando el fumador planeaba abandonar el hábito, cuando se producía el nacimiento de un bebé y cuando el fumador era alguien que respaldaba abiertamente la restricción de fumar en bares.
En términos de datos crudos, el porcentaje de fumadores de Gran Bretaña que puso en marcha en el hogar prohibiciones al tabaco también trepó un 22% entre ambos sondeos. La segunda encuesta se realizó apenas unos meses antes de que entrara en vigencia la veda británica al tabaco.
No obstante, luego de tener en cuenta factores que podían generar confusión , como la demografía y la historia de tabaquismo, los investigadores hallaron que el porcentaje de fumadores que prohibía fumar en casa había crecido significativamente en Francia, Alemania, Holanda e Irlanda, pero no demasiado en el Reino Unido.