Un video mostrado hace dos semanas por las milicias del autoproclamado Estado Islámico muestra el destrozo de antiguos tesoros. Las autoridades iraquíes, sin embargo, aseguran que la mayoría son imitaciones.
El Museo Nacional iraquí de Bagdad es, ahora más que nunca, un imán para el público. Y eso que su reapertura se produjo a finales del mes de febrero, pocos días después de que la milicia terrorista Estado Islámico publicara un video en internet, en el que unos individuos destruían con mazos estatuas asirias y diversas reliquias en un museo de Mosul.
Por esta razón, son muchos los que en los últimos días están visitando el museo de la capital, con la esperanza de poder contemplar los bienes culturales iraquíes que aún permanecen intactos.
Si uno le pregunta a alguno de los conservadores del museo acerca del video en cuestión, es posible que la respuesta le sorprenda: “En Mosul no han destruido ninguno de los originales, eran todo copias”. Están todos aquí, dice Haytham señalando las enormes estatuas y relieves, toros alados y figuras procedentes de Nimrud, Hatra y Khorsabad. Muchos otros se encuentran en museos extranjeros, entre ellos alemanes.
Estatuas de yeso. Fawyze al-Mahdi, jefa del departamento de Antigüedades y responsable del patrimonio cultural iraquí confirma lo dicho por Haytham. Sentada en una modesta habitación, en el pasillo de administración situado en una de las alas del museo, nos indica que tenemos que ver el video de cerca. Con un velo verde cubriéndole el pelo, la mujer explica que la máscara que destrozan en el video con un martillo, al igual que las estatuas, están hechas de yeso. “Ninguno de los objetos es original”, señala.
Por el contrario, al-Mahdi indica que, al parecer, las milicias terroristas sí habrían robado figuras de barro, emblemas de madera de roble y otros objetos de valor con el fin de venderlos fuera del país. Cuántos objetos han sido destruidos hasta ahora es imposible de saber. En Alemania, de hecho, han aparecido siete obras procedentes del museo de Mosul. Según informa la prensa, un corresponsal de la televisión estatal Al Iraqiya habría recibido una lista de elementos que estarían listos para ser vendidos en el mercado del arte.
Vandalismo ciego. La responsable de Patrimonio Cultural asegura, sin embargo, que cuando las milicias del EI tomaron Mosul el pasado mes de junio, el personal del museo huyó a las regiones kurdas de Erbil o Dohuk. Entonces los milicianos sí podrían haber ido vitrina por vitrina saqueando y vaciando los almacenes del museo. Y allí sí que había originales.
A uno se le rompe el corazón viendo la destrucción que está llevando a cabo el EI contra el patrimonio cultural iraquí, dice Fawzye al-Mahdi. La guerra contra los ídolos que están tratando de justificar es injustificable.
La jefa del departamento de Antigüedades recuerda que este tipo de destrucción de obras artísticas y culturales ya se había dado varias veces en la larga historia de Mesopotamia. La altamente desarrollada civilización iraquí, así como la abundancia de agua y de rutas comerciales han sido objeto de deseo por muchas otros pueblos a lo largo de la historia. “Todos nuestros vecinos querían invadirnos”, señala. Y cada vez que lo consiguieron, trataron de destruir nuestro pasado. Ella habla de “fuerzas dominantes” y no de “invasores” o “conquistadores”.
En ocasiones, los destrozos afectaron levemente la integridad de las esculturas. Por el contrario, hay quienes destrozaron todo lo que encontraron a su paso. Incluso en las últimas décadas dejaron de tener respeto por el patrimonio cultural iraquí, se queja Fawzye al-Mahdi y añade que si bien Sadam Hussein y sus guerras provocaron gran destrucción, fue la coalición liderada por EE.UU. la que utilizó sitios de gran valor cultural como campamentos militares.