Vientos de hasta 150 kilómetros por hora hicieron volar techos y dejaron numerosos barrios sin luz en la provincia de Buenos Aires.
Una de las áreas más afectadas fue la localidad de Bragado, en el centro noroeste de la provincia de Buenos Aires, donde vientos de hasta 150 kilómetros por hora hicieron volar techos y dejaron numerosos barrios sin luz.
El comisario Sergio Ledesma, de la Policía bonaerense, informó de los daños a medios locales, aunque destacó que no hubo heridos y la situación tiende a "normalizarse". Otra de las zonas perjudicadas fue el corredor de Avellaneda, Lanús, Lomas de Zamora y Quilmes, en la periferia de la capital argentina, en el que se desbordaron ríos y arroyos y cayeron varios árboles, así como las regiones que rodean el río Luján, cuyo caudal continúa aumentando.
Vuelos internacionales cancelados. Al menos 14 vuelos fueron cancelados este miércoles en el aeropuerto internacional de Ezeiza, en las afueras de Buenos Aires, y otros 15 corrieron la misma suerte en el Aeroparque metropolitano Jorge Newbery, mientras que decenas más sufrieron demoras, según fuentes aeroportuarias.
En la capital argentina, todas las líneas de transporte ferroviario y el metro sufrieron interrupciones temporales del servicio y demoras, mientras que la lluvia causó inundaciones en numerosas calles y un caos de tránsito en la hora punta matinal.
Según informó este miércoles el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), la alerta por tormentas fuertes continuará hasta las 14.00 hora local (17.00 GMT) en Buenos Aires, así como en otras zonas de la provincia bonaerense y la región centro del país, concretamente en Entre Ríos y el sur de Córdoba y Santa Fe.
La meteoróloga del SMN Miriam Andrioli destacó a Efe que durante las 16 horas que lleva lloviendo sin cesar en la ciudad de Buenos Aires se han acumulado 134 milímetros de agua, una cifra que demuestra la "severidad" del fenómeno, sobre todo si se tiene en cuenta que la previsión para la totalidad del mes de octubre suele ser de unos 119 milímetros.